En un gesto de diplomacia financiera, Washington y el Fondo Monetario Internacional lograron que Argentina evitara declararse en default, pero el avance viene acompañado de dos exigencias clave que marcarán el futuro de la economía argentina.
Aviso de la diplomacia estadounidense y del FMI
El 12 de agosto de 2025, representantes de Washington y del Fondo Monetario Internacional llegaron a un acuerdo que evitó que la economía argentina se sumara a un default. La decisión se tomó tras una serie de conversaciones que buscaban mantener la estabilidad del mercado de deuda interna y externa.
Condición 1: Reestructuración de la deuda
Como primer requisito, el gobierno argentino debe comprometerse a un plan de reestructuración de deuda que cumpla con los criterios del FMI. Este plan incluye la renegociación de tasas de interés y plazos, de modo que la carga de los pagos sea sostenible dentro de la nueva senda macroeconómica.
Condición 2: Compromiso con la disciplina fiscal
La segunda condición exige que el país implemente un programa de disciplina fiscal respaldado por el FMI, que contempla la reducción del déficit público a menos del 2% del producto interno bruto y la mejora en la transparencia de las cuentas públicas.