En 1980, el arcade de Namco dio vida a Pac‑Man, un juego cuyo diseño se inspiró en la pizza. Este icono convirtió los salones de diversiones en espacios donde las mujeres y familias también se sentían incluidas, rompiendo los estereotipos y convirtiéndose en la primera gran atracción que cruzó generaciones.
Origen y creación
El diseñador japonés Toru Iwatani, de la compañía Namco, creó Pac‑Man en 1979 y lo lanzó al público en agosto de 1980. Según Iwatani, la figura del personaje y el laberinto se inspiraron en una pizza partida a la mitad, donde cada esquina del muro representaba un trozo.
Impacto social
Desde su inicio, Pac‑Man atrajo a un público muy diverso. Estadísticas de arcades de la década de 1980 muestran que el 30 % de los jugadores eran mujeres y el 20 % eran familias que jugaban juntas. El juego se convirtió en un espacio de encuentro donde no solo los niños, sino madres y padres podían disfrutar.
Reconocimientos y legado
Pac‑Man alcanzó la posición de videojuego más rentable de su época, superando a la máquina de tiza de Gyruss. El juego ha sido incluido en la Academia de las Artes y Ciencias de la Computación de la Biblioteca del Congreso y forma parte de la lista de los 25 objetos culturales más influyentes de la era digital. Años después, el personaje sigue siendo una de las figuras de juego más reconocidas mundialmente.