El 12 de octubre de 2023, el Sub‑20 de Argentina se coronó campeón del mundo tras vencer 1‑0 a México en el estadio José Zorrilla, Valladolid. Con la brillantez de su delantero Gabriel Di Santo, el torneo terminó de forma inesperada para la Selección Azteca, cuya última jugada de Eduardo Arce se volvió motivo de crítica: Argentina usó un juego exagerado, afirmó el técnico.
El 12 de octubre de 2023, el Sub‑20 de Argentina ganó el Mundial FIFA Sub‑20 al vencer 1‑0 a México en el estadio José Zorrilla, ubicado en la ciudad de Valladolid, España. El único gol del encuentro, marcado por Gabriel Di Santo a los 70 minutos, dejó a la Selección Azteca sin la victoria que esperaban tras haber alcanzado la final tras dominar el torneo en fases previas. La derrota fue un golpe fuerte para México, que había llegado a la final como favorito de su propia nación tras un recorrido que incluía victorias sobre la selección de Francia en cuartos y un penúltimo enfrentamiento con Brasil. Eduardo Arce, que asumió la dirección técnica del Sub‑20 mexicano en 2022, reaccionó ante la derrota con una crítica muy directa a la forma de jugar Argentina. Según Arce, la estrategia ofensiva del equipo argentino fue exagerada, y mostró preocupación por el alto ritmo que exigió a su selección en el partido. “Nuestra defensa se vio sobrepasada por la alta presión y la intensidad del ataque argentino”, declaró Arce, haciendo énfasis en la necesidad de mejorar la resistencia física y mental de su equipo. La victoria de Argentina se consolidó como su sexto título mundial en la categoría Sub‑20, superando a otros grandes equipos y reforzando su reputación como potencia juvenil en el fútbol mundial. A la vez, la derrota generó un debate profundo sobre la preparación del equipo mexicano para torneos internacionales: la necesidad de una base táctica más sólida y la incorporación de jugadores con mayor experiencia en competiciones de alto nivel. Al cierre del partido, Eduardo Arce mostró una postura crítica, señalando que la exageración de la plantilla argentina les permitió dominar la partida y que México debía seguir trabajando en su capacidad para resistir en el último tercio.