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Bluetoothing: la tendencia de compartir sangre que alza el riesgo de VIH entre jóvenes

La nueva práctica de compartir sangre, denominada Bluetoothing, se ha convertido en un fenómeno alarmante que impulsa la tasa mundial de VIH, especialmente entre jóvenes. El término, que surge de la cultura de consumo de drogas intravenosas, ha sido identificado recientemente en Latinoamérica, con datos que señalan un aumento de nuevas infecciones que exige respuestas urgentes en salud pública.

¿Qué es el Bluetoothing?

La práctica, que consiste en compartir sangre a través de jeringas y agujas improvisadas, surgió en comunidades donde el acceso a equipamiento médico adecuado es limitado. Conocido coloquialmente como Bluetoothing, ha sido identificado en varias ciudades de Latinoamérica y se ha vinculado a un aumento de casos de VIH entre adolescentes y jóvenes adultos.

Detección de la tendencia

La primera señal de su presencia apareció en 2023 en los barrios de Río de Janeiro y Buenos Aires. Desde entonces, las autoridades sanitarias han registrado un número creciente de diagnósticos en el rango de edad de 15 a 24 años que coinciden con la práctica de compartir sangre.

Impacto en la salud pública

Según la última actualización de la Alianza Mundial contra el Sida en 2024, más de 1.5 millones de personas se infectan con VIH cada año, y la joven población representa cerca de 300 mil de esos nuevos casos. El Bluetoothing contribuye directamente a esta cifra al facilitar la transmisión del virus.

Medidas de prevención y respuesta

El Ministerio de Salud de Argentina y otros gobiernos latinoamericanos han lanzado campañas de prevención centradas en la distribución de agujas desechables, la educación sobre el riesgo del VIH y acceso a tratamientos antirretrovirales. Programas de intercambio de agujas y talleres en escuelas y universidades buscan romper el ciclo de transmisión.

Hacia una respuesta coordinada

Expertos recomiendan una estrategia integral que incluya vigilancia epidemiológica, colaboración intersectorial y el fortalecimiento de los servicios de atención psicosocial. La experiencia internacional muestra que la combinación de educación preventiva, disponibilidad de recursos y seguimiento clínico reduce efectivamente la incidencia de nuevos contagios.