En una escena digna de una comedia de enredos, el dólar oficial de Argentina cayera a 210 pesos con motivo del fin de semana largo, provocando un silencio de asombro en el mercado y dejando a los consumidores preguntándose si realmente lo pagaran con ese nuevo precio.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció el ajuste de la tasa de descuento el 11 de octubre, lo que provocó que la cotización oficial del dólar cayera a 209.95 pesos.
El precio se redujo aproximadamente un 1,2 % respecto al cierre del 9 de octubre, cuando se cotizaba a 212.50 pesos.
Según datos del INDEC, la inflación mensual se mantiene por encima del 10 %, lo que hace que cada peso valga más, pero sigue siendo muy caro.
En el mercado paralelo, el dólar ronda los 213 pesos, mostrando la persistencia de la brecha entre la tasa oficial y la real.
Los consumidores, por su parte, no solo están de nervios, sino también de expectativa: las oficinas de la banca se llenan de papeles con “¿Cuántos dólares necesitarás?” y el número de llamadas al BCRA se dispara.
El ministro de Economía explicó que la reducción se debe a una estrategia de estabilidad monetaria que busca al menos frenar la fuga de capitales.
Así que, si tenías la intención de comprar un nuevo smartphone o renovar tu pasaporte, revisa que con 210 pesos todavía te quedará falta de más, mientras la deuda continúa creciendo.
En definitiva, el dólar oficial sigue siendo una montaña rusa: subir, bajar, y en la mitad del camino quedarse en un punto de inflexión donde los inversores casi hacen reír con la incertidumbre.
Para los apasionados del mercado de divisas, la lección sigue siendo la misma: no hay truco que evitar la inflación, pero sí puede haber una estrategia que la apruebe para que no se descontrole por completo.