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Argentina aplasta a Puerto Rico 6-0, Messi solo se olvida de marcar

En un día de la tarde que parecía un episodio de telenovela, la Selección argentina volvió a demostrar su poder en los desiertos de la NBA, batiendo a Puerto Rico 6-0 en Miami. Messi, sin embargo, decidió que el gol le quedaba para otra ocasión, haciendo que el público se sintiera más con ganas de un tazón que un gol

La goleada que nadie vio venir

El 15 de octubre 2025, durante la serie internacional de amistosos que recae dentro de las vacaciones de la NBA, Argentina se burló de Puerto Rico en Miami con un marcador de 6-0 y sin ni una sola controversia. Los aficionados no pudieron esperar a ver a Messi marcar, pero el crack se quedó con la tarea de mirar el balón y dejó el gol pendiente.

Messi, el jugador más desconfiado

Al final del partido, Messi, que había entrado en el minuto 55, no anotó. Se le ve sin tropiezos y con la misma energía que un gato en la alfombra, simplemente no encontró la entrada correcta. Los comentaristas ya hablaban en tono de broma: “Si Messi no marca, tal vez sea que se quedó sin paciencia”.

Scaloni, el que se perdió la historia

El entrenador fue un silencio ensordecedor tras la tanda de gol. En la conferencia, Scaloni describió la victoria como “un paseo por la orilla del agua, sin nubes, sin sombra, sin ratas que te roben el balón”. El técnico dio 0 puntos de reconocimiento al público: “Nosotros no pedimos a Messi que anotara, pedimos que se divirtiera”, añadió.

La reacción del público y de los comentaristas

Los seguidores de la Selección se volvieron a la misma fiesta de celebración que se ve cuando la banda toca el “Ode to Joy”, mientras los aficionados de Puerto Rico parecían los que se quedaron en el cine sin que el cine haya terminado. El comentario más popular en las redes fue: “¡La segunda parte está disponible el próximo día, cuando Messi se vuelva a lanzar al escenario!”.

En conclusión, la goleada de 6-0 a Puerto Rico es otro record de la magnitud de la Selección Argentina, y Messi demostró que su pasión por marcar fue tan baja como el número de segundos que tardó en llegar a la zona de penalti.