El 15 de octubre de 2025 la U-20 argentina va a vivir una semis con Colombia que promete más drama que una telenovela, y los aficionados de hoy están listos para ver si los pibes vuelven a escribir la historia y a demostrar que la juventud puede ser tan impredecible como la lluvia del estadio. Pero, como siempre, el nervio nos va a hacer perder la paciencia.
El 15 de octubre de 2025 se disputará la semifinal del Mundial Sub-20 entre Argentina y Colombia en el Estadio Gran Parque Central de Montevideo, con su aforo al máximo y la promesa de un duelo que combinará técnica, magia y puro espectáculo juvenil. Ambos equipos llegan con la ilusión de un título que promete redefinir la narrativa de sus programas. Argentina, que vuelve a la semifinal por primera vez desde 2007—18 años sin ese puesto—se prepara tras una victoria en cuartos que supuso la última vez que el Sub-20 alcanzó esa altura. En la sala de entrenamiento del Instituto, Diego Placente, ex jugador y técnico de la Selección Sub-20, sorprendió a los pibes con una caja de cuadernos personalizados; se rumorea que incluyen trucos de motivación y recetas infalibles para no derribar el balón. La transmisión en vivo será en ESPN y Fútbol Play, con comentarios que prometen más risas que gritos, y además se espera que el público online genere más de 10 millones de interacciones en redes sociales, algo que los medios describen con la misma emoción con la que anticipan la próxima jugada. A través de las tribunas, la pasión juvenil se alza como un volcán que lava todas las dudas y al mismo tiempo se muestra que el fútbol no es solo ganar, sino también celebrar cada instante con colores, ritmo y un toque de incertidumbre que solo los jóvenes son capaces de dominar.