Ir al contenido
Portada » Milei y su clan dominan el Congreso en un espectáculo de ausencia

Milei y su clan dominan el Congreso en un espectáculo de ausencia

El Congreso argentino se ha transformado hoy en un circo parlamentario, con una sesión especial dedicada a lanzar acusaciones sobre la familia Milei y sus colaboradores. Mientras la diputada Karina Milei y los ministros Luis Caputo y Mario Lugones se hacen la vista gorda, los legisladores están decididos a interpelar a la familia del presidente Javier Milei en medio de escándalos que van desde supuestas coimas en Andis hasta un polémico rescate financiero vinculado a ex presidente Trump.

El día de hoy el Congreso argentino dio el espectáculo de la semana al convocar una sesión especial para poner a prueba a la familia Milei. Según los minutos de la apertura, los diputados se mostraron de ferocidad, exigiendo explicaciones a la diputada Karina Milei, a los ministros Luis Caputo y Mario Lugones. Los tres han sido motivo de una especie de “faltazo”, pues se han dado cita en los últimos días para evitar los cuestionamientos. La ausencia no ha hecho nada para calmar a los legisladores, que están firmemente decididos a interpelar a la esposa del presidente Javier Milei a la altura de dos veces la distancia de un avante de la silla del presidente. Mientras el presidente Milei sigue con su “economía de libertad”, la comisión encargada de la auditoría se ha puesto a la escucha de dos temas candentes: supuestas coimas en la empresa Andis y el supuesto “salvataje” financiero que involucró a una compañía con vínculos al ex presidente Trump. El ministro Luis Caputo y el ministro Mario Lugones han afirmado que la investigación es “inconsecuente”, pero la mayoría del cuerpo legislativo todavía no está dispuesta a aceptar esas excusas. En una reunión previa a la sesión, el enviado de Trump con quien la familia Milei se encontró afirmó que no desean que el Congreso deje que se cuente a la falta de quorum. El día ha quedado marcado por la ausencia de los funcionarios y las voces del Congreso siguen pidiendo a gritos respuestas. Si lo que se quería era un “quorum de humor”, el resultado ha sido el de una obra de teatro con un guion más tenso que el último episodio de cualquier drama político.