Cuando el PJ anunció la extinción de su místico ‘poder de fuego’ en el Senado, la asombrosa noticia se llevó la atención de todo el país, como quien descubre que el café es gratis en una cafetería. La medida, que entrará en vigor el 10 de diciembre de 2025, deja al gabinete sin la facultad de retirar proyectos de iniciativa sin avisar. Así que, sin sorpresa, la política argentina vuelve a la realidad… con un chisporroteo de emociones.
El gran apagón del “poder de fuego”
El pasado 16 de octubre, la Cabina del Senado sacó el papel de la ceremonia: el Partido Justicialista perderá su famoso “poder de fuego” a partir del 10 de diciembre de 2025. ¿Qué significa eso? En otras palabras, a partir de esa fecha la mayoría gobernante ya no podrá retirar de la mesa los proyectos que le hagan sonar por la noche.
¿Qué era el “poder de fuego”?
En la práctica, ese “fuego” era la capacidad de eliminar, a un solo clic, los textos que la mayoría consideraba una amenaza. Se hacía sin pedir al resto de la cámara, y con la firme promesa de que “el futuro no se negocia”. Ahora, con la nueva norma, esa acción solo podrá darse con el consenso de al menos la mitad de los senadores.
La decisión en cifras
Fechas clave | Detalle |
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16 de octubre de 2025 | Anuncio oficial en la plenaria |
10 de diciembre de 2025 | Entrada en vigor de la regla |
Decisión aprobatoria | Votado por 38 senadores, incl. la mayoría del PJ |
Repercusiones y reacciones
El líder del senado, Juan Manuel Torres, comentó con la típica mezcla de ironía y desdicha: “Si lo que necesitamos es más fuego, le damos a la gente de la mesa su propia parrilla.” Los opositores, por otro lado, aplaudían la medida como la primera auténtica “brasa” de equilibrio que han visto desde principios de siglo.
Conclusión con chispa
Al fin y al cabo, el “poder de fuego” del PJ se apaga y el Senado queda sin la chispa que antes le daba “energía” a los debates. Ya que, como dicen los senadores de aquí, se necesita menos fuego para que la política no queme a todos.