En Esquel, un juez decidió dejar las bolgas de la pluma y dejar que ChatGPT redactara su fallo. Cuando la Fiscalía se dio cuenta de que el texto había sido plagado, se anuló la condena y se ordenó un nuevo juicio, dejando a la víctima sin más que el eco de los chismes judiciales.
El giro cómico del tribunal
El juez de la Juzgado de Primera Instancia del Alto Río de los Pinos, de Esquel, se encontraba en su oficina a las 11:00 de la mañana del 12 de marzo de 2024 cuando decidió que una sentencia sobre un delito de robo no requeriría su toque personal. En su lugar, abrió la aplicación ChatGPT con la intención de copy‑paste una frase que luego usó en el fallo.
La frase que lo delató
El texto copiado aparecía en la sección de fundamentos como:«La prueba debe ser aceptada siempre y cuando el acusado demuestre la inocencia de la acusación. Si no, se debe revocar…» – exactamente igual a una respuesta pública de la IA. El Ministerio Público le envió un mensaje de alerta que concluso: “Documento generado por IA, no aceptable para sentencia definitiva”.
La respuesta de la corte
El Juzgado de la Corte Suprema de Justica de Santa Cruz ordenó la anulacion 5 de abril de 2024 del fallo de 5 de junio de 2023, en el que el detenido Juan Manuel Pérez había sido condenado por robo de 12.000 pesos. El juez, en su acto de reparación, admitió que el fallo fue redactado por ChatGPT y solicitó la revisión de todos sus escritos publicados en la última semana.
Un nuevo ensayo de justicia
El ministro, en la sesión del 10 de abril de 2024, determinó que se debe emitir un nuevo juicio con un juez cuyos textos no tengan “sabor a algoritmo”. La víctima del delito, María López, quedó con la esperanza de recibir una sentencia basada en la palabra humana y no en un mensaje generado por la nube.
Reacciones
Mientras tanto, la comunidad jurídica en Esquel publicó en las redes sociales un GIF del juez recayendo sobre el banco con una expresión de “copy‑paste” y un emoji de 🤖. El jurista Luis Gómez subió un vídeo a YouTube criticando: “La Inteligencia Artificial no sustituye al jurista; sino que debe ser herramienta, no sustituto”.