Carlos Melconian, conocido por su escepticismo político, declara que el respaldo de EE. UU a Argentina todavía carece de letra chica; sin ella su confianza se reduce a nada, y aconseja seguir leyendo más que promesas oficiales para que el futuro dependa de la transparencia y no de la retórica
El ministro Melconian, quien ya ganó un premio por ser el más escéptico de la política argentina, ha vuelto a lanzar su famosa frase: la letra chica… nunca se ha visto tan invisible como esta vez. El documento que promete respaldo financiero de EE. UU a la economía argentina está lleno de firmas, pero sin la minúscula que explica los términos y condiciones, el acuerdo es como un helado sin cobertura: parece un placer, pero en la base todo se va rápido.
Según Melconian, la falta de letra chica no es un detalle menor; es la base de todas las decisiones de voto, es la razón por la que los ciudadanos no pueden distinguir un sí de un no sin leer las reglas del juego.
Si el respaldo no tiene letra chica, no lo acepto, afirmó, aunque el presidente se ha mostrado de buena gana a aceptar el mismo papel sin una sola palabra que explique cómo se pagará la deuda ni cuándo.
El analista concluye que lo que falta es transparencia, no una ronda de selfies con sus colegas. Y mientras los gobiernos publican billetes con gran texto, el público argentino seguirá buscando las letras pequeñas que parecen estar escondidas en la misma página.