El observatorio espacial James Webb ha detectado cientos de puntos rojos extremadamente distantes, señalando la presencia de galaxias nacidas en los primeros cientos de millones de años después del Big Bang. Este hallazgo, anunciado en octubre de 2025, abre una ventana única para entender la formación temprana de estrellas y la evolución del cosmos primitivo.
Descubrimiento histórico
El telescopio espacial James Webb ha identificado en los últimos datos una gran cantidad de fuentes rojas que provienen de la era más temprana del universo, conocida como el universo primitivo. Estas fuentes se encuentran a redshifts superiores a z=10, lo que implica que la luz que vemos fue emitida cuando el cosmos tenía apenas 300 millones de años de edad.
Importancia de los puntos rojos
Los tonos rojizos indican que la luz se ha desplazado al rojo debido a la expansión del universo, revelando la existencia de galaxias activas en proceso de formación estelar. La detección de cientos de estos objetos sugiere que la actividad de formación de estrellas era mucho más frecuente de lo que se pensaba inicialmente.
Contexto tecnológico
Desde su lanzamiento en 2021, James Webb ha permitido observar en longitudes de onda infrarrojas, esenciales para penetrar el polvo cósmico y captar la luz de los objetos más lejanos. Este nuevo conjunto de observaciones complementa estudios previos de galaxias a z≈9 y refina los modelos cosmológicos sobre la reionización del universo.
Próximos pasos
Los astrónomos planean realizar seguimientos espectroscópicos detallados para medir la composición química y la tasa de formación estelar de estas galaxias. Estos datos ayudarán a confirmar teorías sobre cómo se formaron las primeras estructuras cósmicas y a definir mejor la cronología de la era de la reionización.