Un equipo de arquitectos argentinos ha desarrollado una estrategia integral que permite eliminar hasta un 35 % del gasto de energía en edificios durante los meses de verano, combinando diseño pasivo, materiales reflectantes y sistemas de ventilación natural. La propuesta, presentada en un informe técnico a mediados de octubre de 2025, promete aliviar la presión sobre la red eléctrica y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Contexto energético en Argentina
Durante el verano argentino la demanda eléctrica alcanza niveles críticos, superando los 30.000 MW y generando frecuentes interrupciones en el suministro. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad, el consumo residencial es responsable de aproximadamente el 40 % de la carga pico.
La solución propuesta por los arquitectos
El grupo, integrado por profesionales de la Universidad de Buenos Aires y del Instituto Tecnológico de la Patagonia, plantea cuatro pilares clave:
- Sombras externas: persianas y aleros que reducen la radiación solar directa en hasta un 65 %.
- Materiales de alta reflectividad: fachadas con recubrimientos cerámicos que devuelven al menos el 70 % de la energía solar.
- Ventilación cruzada: diseñar aberturas opuestas que favorezcan el flujo de aire sin necesidad de climatizadores.
- Masa térmica: uso de hormigón y ladrillos con alta capacidad de almacenar calor y liberarlo gradualmente durante la noche.
Aplicando estos criterios en un edificio de oficinas de 10 plantas piloto, se logró una reducción del 35 % del consumo eléctrico de refrigeración, equivalente a unos 150.000 kWh anuales.
Impacto económico y ambiental
El ahorro representa cerca de 30 millones de pesos al año, según la tarifa promedio de 0,20 $/kWh, y evita la emisión de 80 toneladas de CO₂, equivalentes a la captura de 10 mil árboles maduros.
Recomendaciones para el sector
Los autores sugieren que los municipios incorporen estos criterios en sus códigos de edificación y que los promotores inmobiliarios evalúen incentivos fiscales para proyectos que cumplan con los estándares de eficiencia pasiva.