Harvard Business School ha destacado la estrategia “drip, not drop” utilizada por Taylor Swift, que consiste en lanzar contenido de forma gradual y constante. La cantante ha demostrado con sus álbumes, singles y campañas de merchandising que este enfoque genera mayor expectativa, mayor consumo y rentabilidad. Expertos explican por qué esta táctica se está convirtiendo en la fórmula favorita de las marcas y artistas.
¿En qué consiste el “drip, not drop”?
El término proviene del marketing digital y describe la práctica de distribuir contenido, productos o información de forma paulatina, creando una serie de pequeñas entregas que mantienen el interés del público durante un período prolongado. A diferencia del tradicional “drop” –un lanzamiento único y masivo–, el “drip” busca generar expectativa continua y mayor interacción.
Taylor Swift, pionera de la estrategia
Desde la publicación de su álbum “Folklore” (julio de 2020), la artista ha adoptado este método. Los ejemplos más notorios incluyen:
- El lanzamiento semanal de los “Folklore: The Long Pond Studio Sessions” en Netflix, que mantuvo la conversación sobre el álbum durante meses.
- La campaña de “Midnights” (octubre de 2022), donde cada canción recibió su propio video o lyric‑video, difundido a intervalos de varios días.
- Los “Easter eggs” escondidos en sus redes sociales y en la venta de entradas para la “Eras Tour” (2023‑2024), que incentivaron la participación de los fans en la búsqueda de pistas.
Gracias a esta táctica, “Midnights” vendió 1,58 millones de copias en su primera semana en EE. UU. La gira “Eras Tour” alcanzó más de 1.5 mil millones de dólares en ingresos, según datos de Billboard.
Lo que dice Harvard
Un estudio reciente del Harvard Business School dirigido por la profesora Julie G. Jones y el investigador David L. Garvin concluyó que el “drip” incrementa la retención de la audiencia en un 35 % frente a los lanzamientos únicos. Los autores resaltan tres pilares clave:
- Frecuencia constante: mantener la marca en la mente del consumidor.
- Versatilidad de formatos: combinar música, videos, merch y redes sociales.
- Storytelling fragmentado: contar una historia en capítulos que alimentan la curiosidad.
Los investigadores citan a Taylor Swift como caso de estudio por su capacidad para convertir cada entrega en un evento mediático, logrando triple crecimiento de interacción digital durante los periodos de “drip”.
Aplicaciones para marcas y artistas
Según los expertos de Harvard, cualquier entidad que busque potenciar su presencia puede adoptar el método “drip”. Las recomendaciones incluyen:
- Diseñar calendarios de contenido mensuales con entregas escalonadas.
- Utilizar plataformas de streaming y redes sociales para lanzar fragmentos exclusivos.
- Medir el engagement después de cada entrega y ajustar la estrategia en tiempo real.
En síntesis, el “drip, not drop” se consolida como una herramienta poderosa para transformar la expectación en resultados tangibles, tal como lo ha demostrado la carrera de Taylor Swift.