Un tribunal de Campana dictó ayer sentencia de cárcel perpetua contra Agustín Chiminelli, responsable del brutal asesinato, descuartizamiento y quema de su vecina Alejandra Abbondanza. Además, sus padres recibieron arresto domiciliario por encubrimiento. El caso vuelve a encender el debate sobre la violencia de género en la República Argentina.
Sentencia judicial
El juzgado oral de Campana condenó a Agustín Chiminelli a prisión perpetua por el homicidio, descuartizamiento y posterior quema del cuerpo de su vecina Alejandra Abbondanza. La decisión fue emitida el 23 de octubre de 2025 y quedó registrada como la pena máxima contemplada por la legislación argentina para delitos de femicidio agravado.
Antecedentes del crimen
El delito se consumó en el año 2022 dentro del domicilio de la víctima, ubicado en la zona sur de Campana, provincia de Buenos Aires. Según la investigación policial, Chiminelli atrajo a Abbondanza a su vivienda, la asfixió, procedió a su descuartizamiento y, finalmente, intentó incinerar los restos en una parrilla al aire libre, en un intento de ocultar la evidencia.
Participación de la familia
Los padres de Agustín, María y José Chiminelli, fueron hallados culpables de complicidad y encubrimiento. Ambos fueron sentenciados a arresto domiciliario durante dos años, con la prohibición de aproximarse a la zona donde ocurrió el crimen.
Repercusiones y reacciones
El caso ha generado un amplio rechazo social y varias manifestaciones en la ciudad de Campana, donde activistas de derechos de la mujer y colectivos contra la violencia de género exigen medidas más estrictas y programas de prevención. La defensa de Chiminelli apeló la decisión, pero la Corte de Apelaciones de La Plata confirmó la condena en primera instancia.
Una carta conmovedora
En medio del proceso, la hermana de la víctima, María Abbondanza, presentó una carta pública describiendo el dolor de su familia y denunciando el “silencio” que, según ella, facilitó el crimen. Su testimonio ha sido citado en varios medios nacionales como símbolo del sufrimiento que deja la violencia de género.