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El preservativo vaginal: cómo protege y empodera a las mujeres

Descubre el funcionamiento del preservativo vaginal, también conocido como condón femenino, y por qué se ha convertido en un símbolo de autonomía sexual para las mujeres. Conoce su composición, modo de uso, eficacia contra embarazos y enfermedades de transmisión sexual, y su impacto en la salud reproductiva y la igualdad de género.

¿Qué es el preservativo vaginal?

El preservativo vaginal, llamado también condón femenino, es una barrera interna que se inserta en la vagina antes del contacto sexual. Fabricado de nitrilo, poliuretano o látex, cuenta con una sección rígida en el extremo interno y una flexible en el externo que se mantiene en su lugar con anillos.

¿Cómo funciona?

Al estar posicionado dentro de la vagina, el preservativo cubre el cuello uterino y recubre la zona interna de la vulva, creando una barrera física que impide que los espermatozoides y los patógenos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) lleguen al óvulo. El dispositivo se despliega automáticamente al presionar el anillo interno y se retira doblándolo suavemente una vez concluida la relación.

Eficacia y protección

Los estudios clínicos indican una eficacia del 96 por ciento en la prevención del embarazo cuando se utiliza correctamente, y una protección comparable contra la mayoría de las ETS, incluyendo VIH, clamidia y gonorrea.

Historia y disponibilidad

El condón femenino fue aprobado por la FDA en 1993 bajo la marca Femidom, y desde entonces ha sido adoptado por programas de salud pública en varios países, incluido Argentina, donde el Ministerio de Salud lo distribuye gratuitamente en centros de salud sexual.

Precio y accesibilidad

En el mercado argentino, el precio ronda los 150 a 200 pesos por unidad, lo que lo hace accesible para la mayoría de la población.

Impacto en la autonomía sexual

Al permitir a la mujer controlar la protección sin depender exclusivamente del compañero, el preservativo vaginal refuerza la toma de decisiones informada, reduce la vulnerabilidad frente a la violencia sexual y promueve la igualdad de género en el ámbito íntimo.