El 24 de octubre de 2025, el expresidente de EE. UU. Donald Trump desató una ola de reacciones al bailar sobre la alfombra roja del aeropuerto de Kuala Lumpur. El gesto, que se volvió viral en minutos, coincidió con una agenda diplomática de alto nivel que incluyó la firma de un acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya y una reunión con el presidente chino Xi Jinping.
Un arribo inesperado y musical
Al aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur, Donald Trump fue recibido con una gran alfombra roja y una multitud de fotógrafos. En lugar de un simple saludo, el exmandatario realizó un breve baile improvisado que rápidamente se difundió en redes sociales, generando millones de visualizaciones y convirtiéndose en tendencia bajo el hashtag #TrumpDance.
Contexto diplomático de la visita
El mismo día, Trump encabezó una delegación estadounidense para una gira asiática que buscaba reforzar lazos comerciales y de seguridad. En una ceremonia oficial en Kuala Lumpur, Tailandia y Camboya firmaron un acuerdo de paz que pone fin a décadas de disputas fronterizas. El pacto, firmado bajo la supervisión de los Estados Unidos, fue aclamado por la comunidad internacional como un paso hacia la estabilidad regional.
Encuentro con Xi Jinping
Tras el acto de paz, el presidente estadounidense se reunió con Xi Jinping en una cumbre bilateral. Ambos líderes discutieron temas de comercio, tecnología y la situación en el Indo‑Pacífico, reiterando su compromiso de mantener un diálogo constructivo.
Reacción de los medios y la opinión pública
Los medios de comunicación internacionales reportaron el evento con enfoques contrastantes: mientras algunos destacaron el aspecto lúdico del baile, otros subrayaron la importancia estratégica de los acuerdos firmados. En Diario Panorama y Clarin.com se publicó el video del baile, mientras que Infobae y CNN en Español se centran en los logros diplomáticos.
Impacto en la agenda de la gira asiática
La visita de Trump a Malasia marca el inicio de una serie de encuentros programados en la región, que incluyen reuniones en Singapur, Japón y Corea del Sur. La combinación de gestos populistas y negociaciones serias sugiere una estrategia de alta visibilidad para reforzar la influencia estadounidense en Asia.