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Demolición del ala este de la Casa Blanca culmina y genera polémica histórica

A finales de octubre de 2025 se consuma la demolición del ala este de la Casa Blanca, una intervención que ha sido cubierta por medios internacionales y que pone en debate la pérdida de un tramo histórico construido en la década de 1940 y el aumento inesperado de los costos de la obra bajo la gestión del presidente Donald Trump.

Fin de la demolición del ala este

Según reportes de CNN en Español y Clarín, la demolición del ala este de la Casa Blanca quedó finalizada a finales de octubre de 2025. La operación, iniciada a principios de ese año, implicó la remoción total de la estructura que había sido añadida en 1942 para albergar oficinas del personal femenino y, posteriormente, áreas de eventos oficiales.

Imágenes satelitales confirman la destrucción

Imágenes obtenidas por satélites de observación terrestre mostraron el proceso completo de demolición, evidenciando la zona completamente despojada de la edificación original y cubierta de escombros. Estas imágenes fueron difundidas por diversos medios, entre ellos Clarín y Perfil, y confirmaron que la obra había dejado al descubierto la fachada occidental del edificio principal.

Impacto histórico y cultural

El ala este albergaba espacios emblemáticos como el salón de bailes que había sido usado para eventos diplomáticos y sociales durante más de siete décadas. Su eliminación representa una pérdida tangible de la memoria arquitectónica del siglo XX, pues la construcción formaba parte del conjunto histórico de la Casa Blanca que había sido testigo de innumerables decisiones políticas y actos protocolares.

Costos y cuestionamientos

Autoridades del Departamento de Obras Públicas informaron que la demolición provocó un incremento inesperado del presupuesto originalmente asignado, aunque la cifra exacta no fue divulgada oficialmente. El aumento del costo ha generado críticas de opositores y analistas que señalan una gestión poco transparente de los recursos públicos.

Reacciones políticas

Miembros del Congreso y organizaciones de conservación del patrimonio histórico han pedido una revisión exhaustiva del proceso, argumentando que la decisión de derribar el ala este no contó con la adecuada evaluación de impacto cultural. El presidente Donald Trump defendió la medida como parte de una “renovación necesaria” para modernizar la infraestructura oficial.

Próximos pasos

Con la zona ya despejada, el gobierno ha anunciado planes preliminares para construir un nuevo centro de eventos y oficinas administrativas, aunque aún no se ha revelado el diseño final ni el calendario de ejecución.