En un lapso de treinta minutos, un helicóptero y un avión de combate del portaaviones USS Nimitz desaparecieron sobre el Mar de China Meridional, sumándose a la creciente lista de incidentes que tensionan la zona y ponen en foco la operatividad de la flota estadounidense.
Resumen del suceso
Durante una maniobra de rutina, un helicóptero MH‑60R Seahawk y un caza F/A‑18E Super Hornet pertenecientes al grupo aéreo del USS Nimitz se estrellaron en el Mar de China Meridional. Los dos accidentes ocurrieron con apenas treinta minutos de diferencia, generando una respuesta inmediata de la Armada estadounidense y de los servicios de rescate de la región.
Detalles de cada accidente
Helicóptero MH‑60R
El helicóptero, que operaba en misiones de vigilancia y anti‑submarina, perdió contacto con la torre de control a la 01:45 hora local. La última señal indicaba una falla en el motor y una caída al agua a aproximadamente 150 millas náuticas al sureste de la isla de Hainan. Equipos de búsqueda y rescate de la Marina estadounidense y de la guardia costera china iniciaron las labores, recuperando restos flotantes pero sin supervivientes.
Caza F/A‑18E
Treinta minutos después, a la 02:15 hora local, el piloto del Super Hornet reportó una pérdida de potencia y una caída al mar en la misma zona. El avión se hundió rápidamente; la tripulación no pudo ser localizada y se confirmó su fallecimiento. Los restos del fuselaje fueron observados por satélites de reconocimiento y por embarcaciones cercanas.
Reacción oficial y contexto estratégico
El secretario de la Marina de EE.UU. emitió un comunicado indicando que se abrirá una investigación completa bajo el Programa de Seguridad de Vuelo (FSF), y que se revisarán los protocolos de mantenimiento de la flota del Nimitz. Por su parte, el Ministerio de Defensa chino manifestó su disponibilidad para cooperar en la recuperación de los restos y subrayó la necesidad de “evitar escaladas” en la zona.
El incidente se suma a una serie de accidentes en el Pacífico que incluyen el derribo accidental de un dron en 2023 y la caída de un F‑35 en 2024, lo que ha generado debate internacional sobre la seguridad operativa y la tensión geopolítica en el Mar de China Meridional.
Implicaciones para la seguridad regional
Analistas militares advierten que la pérdida simultánea de dos plataformas aéreas compromete temporalmente la capacidad de vigilancia del grupo de ataque del Nimitz, reduciendo su margen de maniobra en una zona ya de por sí disputada por varias naciones. Asimismo, la comunidad internacional sigue de cerca la respuesta de Estados Unidos, que podría reordenar sus despliegues para reforzar la presencia naval en la región.