La icónica figura de la novia de cristal, conocida como La Pascualita, sigue despertando fascinación y terror en León, Guanajuato. Desde su aparición en la vitrina de la funeraria La Casa del Ángel en 1938, el mito de que se trata del cadáver embalsamado de una joven ha alimentado rumores, investigaciones y un creciente turismo de curiosidad.
Orígenes del mito
La figura de La Pascualita se exhibe en la vitrina principal de la funeraria La Casa del Ángel, ubicada en León, Guanajuato, desde 1938. Según la leyenda urbana, el maniquí sería en realidad el cuerpo embalsamado de Elena Paz, hija del entonces propietario José Paz, quien habría fallecido misteriosamente esa misma año.
La historia contada por los locales
Los vecinos y clientes de la funeralía recuerdan que, al inicio, la figura se presentó como una “novia de cristal” para una boda simbólica. Con el paso del tiempo, surgieron rumores de que el dueño, devastado por la pérdida, decidió conservar a su hija en forma de maniquí para no despedirse. La pieza, vestida con un traje de encaje blanco y un velo delicado, empezó a ser objeto de curiosidad y de relatos escalofriantes.
¿Maniquí o cadáver?
Hasta la fecha, no existe una investigación forense pública que confirme la naturaleza del cuerpo. En 2005, un equipo de expertos en dermatología realizó una inspección visual y concluyó que el material parecía ser cera y fibra, típico de los maniquíes de la época. En 2015, un programa televisivo realizó una radiografía que no mostró estructuras óseas, reforzando la hipótesis del maniquí.
Impacto cultural y turístico
El mito ha convertido a La Pascualita en una atracción turística. Cada año, cientos de visitantes de México y del extranjero hacen fila para verla y fotografiarla. La figura ha inspirado obras de arte, relatos de terror y hasta canciones populares en la región.
Posición oficial de la familia
Los actuales administradores de La Casa del Ángel sostienen que la figura es una pieza importada de Italia, adquirida en los años 30 para decorar la vitrina. Negan la existencia de cualquier cadáver y afirman que la historia es parte del folclore local.
Conclusiones
Independientemente de su origen, La Pascualita sigue siendo un símbolo de la mezcla entre tradición, misterio y turismo en México. La falta de pruebas concluyentes mantiene vivo el debate y garantiza que la curiosidad por la “novia de vidrio” perdure en el tiempo.