El presidente Javier Milei delineó los próximos pasos de su gestión, enfocándose en una reconfiguración del gabinete, mayor presencia de Karina Milei y Santiago Caputo, y la espera de la nueva composición del Congreso para impulsar reformas estructurales.
Visión de Milei para la segunda mitad del mandato
En una rueda de prensa celebrada a principios de octubre de 2025, el presidente Javier Milei expuso los objetivos que guiarán los próximos seis años de su gobierno. Entre los puntos centrales, destacó la necesidad de profundizar la reforma del Estado, acelerar la desregulación de la actividad productiva y consolidar la estabilidad macroeconómica que, según él, ya está sentando las bases de un crecimiento sostenido.
Reorganización del gabinete y mayor poder a Karina y Santiago Caputo
Milei anunció una serie de cambios en la estructura del gabinete, orientados a fortalecer el rol de la First Lady, Karina Milei, y del jefe de la Oficina de Coordinación Económica, Santiago Caputo. Ambos asumirán funciones estratégicas en la definición de políticas públicas y en la coordinación de las reformas económicas.
Según declaraciones de la presidente, Karina Milei dirigirá una nueva oficina destinada a la “modernización institucional”, mientras que Caputo liderará la agenda de negociación con el sector privado y los organismos internacionales.
Desafíos y posposición de la reforma del gabinete
El presidente también informó que la reforma del gabinete, prevista originalmente para el segundo semestre, será aplazada hasta que se consolide la nueva composición del Parlamento, resultante de las elecciones legislativas de 2025. Milei subrayó que esta decisión busca evitar conflictos institucionales y garantizar la cooperación de los distintos bloques políticos en la agenda reformista.
Reacciones y expectativas
Los analistas políticos y económicos reaccionaron con cautela ante la reconfiguración del equipo de gobierno. Algunos destacan que la mayor presencia de Karina Milei y Santiago Caputo podría centralizar decisiones clave, mientras que otros insisten en la necesidad de mantener una mesa de diálogo amplio con el Congreso para asegurar la viabilidad de las reformas estructurales.
En cualquier caso, la expectativa popular se mantiene enfocada en la capacidad del gobierno para cumplir con sus promesas de reducción del gasto público, mejora de la competitividad y fortalecimiento de la institucionalidad democrática.