El Kremlin anunció que, a principios de octubre de 2025, Rusia completó con éxito la prueba del nuevo misil crucero nuclear Burevestnik, una arma de propulsión nuclear que podría permanecer en vuelo durante semanas y eludir sistemas de defensa antimisiles.
Declaraciones oficiales
El presidente Vladimir Putin informó que el misil Burevestnik, desarrollado por el Ministerio de Defensa ruso, fue lanzado desde un submarino de la flota del Mar Negro y alcanzó su objetivo sin incidentes. El lanzamiento se realizó en octubre de 2025 y, según el Kremlin, confirmó la capacidad de propulsión nuclear del vehículo, lo que le permite una autonomía de varias semanas y una distancia de hasta 10.000 km.
Características técnicas
- Tipo: misil de crucero de propulsión nuclear
- Nombre de proyecto: “Burevestnik” (“Gaviota de tormenta”)
- Alcance: aproximadamente 10.000 km
- Velocidad: Mach 0,8 (aprox. 980 km/h)
- Duración de vuelo: semanas, gracias al reactor nuclear de bajo consumo
- Capacidad de carga: warhead nuclear de varios megatones, según fuentes militares
Contexto del conflicto
La prueba se produce en medio del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, que ha intensificado los ataques con misiles y drones en los últimos meses. La capacidad de lanzar un arma que pueda evadir los sistemas de defensa antimisiles de la OTAN representa una escalada significativa en la carrera armamentista.
Reacción internacional
Estados Unidos y la Unión Europea condenaron la prueba, calificándola de “provocación peligrosa” y recordando la importancia de los tratados de control de armas. La OTAN ha anunciado que reforzará su vigilancia marítima y sus sistemas de detección para contrarrestar posibles amenazas nucleares.
Implicaciones estratégicas
El desarrollo del Burevestnik puede alterar la balanza estratégica en Europa del Este y el Ártico, al posibilitar que Rusia coloque misiles nucleares en áreas remotas sin necesidad de bases terrestres. Analistas militares advierten que la disponibilidad de una plataforma de propulsión nuclear podría reducir los tiempos de respuesta de los sistemas de defensa y complicar la planificación de la disuasión nuclear.