Por primera vez, los científicos de la ESA y la NASA capturaron en vídeo cómo el Sol incinera dos cometas vagabundos que han recorrido el espacio durante miles de millones de años. La impactante secuencia, obtenida por el Solar Orbiter, revela el poderío del astro rey y abre una nueva ventana para estudiar los últimos momentos de estos relictos del Sistema Solar.
Una escena inédita desde la corona solar
El 28 de julio de 2023, la nave Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA), equipada con su Extreme Ultraviolet Imager (EUI), registró una secuencia única en la que dos cometas se acercaban y desaparecían dentro del disco solar. Por primera vez la humanidad vio en vídeo el momento exacto en que el Sol “devora” un cuerpo celeste.
Datos técnicos de la captura
- Resolución de la cámara: 4 km/píxel en la zona de la corona.
- Frecuencia de captura: 1 imagen cada 2 segundos, creando un video de 35 segundos de duración.
- Longitud de onda observada: 174 nm (extremo ultravioleta), que revela la actividad magnética y la temperatura de la corona.
Los cometas: viajeros del tiempo
Los objetos, denominados cometa 2023‑A1 y cometa 2023‑A2 por el grupo de seguimiento de cometas, tenían diámetros estimados de 200 – 300 metros y se calculó que su origen se remonta a los primeros 4.5 mil millones de años del Sistema Solar, cuando los planetas recién se estaban formando.
Contexto científico
Desde 1996, el programa SOHO detecta cientos de cometas que se precipitan hacia el Sol, pero nunca había sido posible observar su destrucción con detalle visual. La película del Solar Orbiter permite estudiar la interacción entre la materia cometaria y la corona solar, información clave para entender la dinámica de los “cometas de Kreutz”, una familia de fragmentos que comparten órbitas muy estrechas.
Implicancias futuras
Los científicos esperan que estos datos ayuden a perfeccionar los modelos de evaporación de cuerpos rocosos y helados bajo temperaturas superiores a 1 millón de grados Celsius. Además, la observación abre la puerta a futuras misiones que podrían captar en tiempo real fenómenos similares, mejorando nuestra comprensión de la evolución de los restos primordiales del sistema planetario.