Un estudio internacional muestra que cumplir con la recomendación de 150 minutos semanales de actividad física moderada disminuye significativamente la probabilidad de desarrollar cáncer digestivo, ofreciendo una herramienta preventiva al alcance de todos.
Resumen del estudio
Investigadores de la Universidad de Harvard, en colaboración con instituciones de salud de Reino Unido y Australia, analizaron a más de 300.000 adultos entre 2005 y 2020. Los participantes reportaron sus hábitos de ejercicio y fueron seguidos para detectar la aparición de neoplasias del aparato digestivo, incluyendo cáncer de colon, recto, estómago y esófago.
Metodología
El estudio utilizó encuestas de actividad física validadas y datos de historial médico. Se clasificó a los sujetos en tres grupos según el tiempo semanal dedicado a ejercicio de intensidad moderada (caminar rápido, ciclismo ligero, natación): menos de 75 minutos, entre 75 y 149 minutos y 150 minutos o más.
Resultados clave
Los participantes que alcanzaron o superaron 150 minutos de ejercicio moderado por semana tuvieron una incidencia de cáncer digestivo notablemente menor que los que realizaban menos de 75 minutos. La reducción del riesgo se mantuvo después de ajustar por edad, sexo, índice de masa corporal, consumo de alcohol y tabaquismo.
Interpretación de los hallazgos
Los autores concluyeron que la actividad física regular actúa como un factor protector al mejorar la motilidad intestinal, reducir la inflamación crónica y favorecer un metabolismo más eficiente. Cumplir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para actividad física se muestra como una estrategia preventiva eficaz y de bajo costo.
Recomendaciones para la población
Se alienta a la ciudadanía a incorporar al menos 150 minutos de ejercicio moderado semanal, distribuidos en sesiones de 30 minutos, cinco días a la semana. Opciones accesibles incluyen caminar a paso ligero, pedalear, bailar o practicar deportes recreativos.
Próximos pasos
Los investigadores planean profundizar en los mecanismos biológicos y evaluar si la combinación de ejercicio con dietas ricas en fibra potencia aún más la protección contra el cáncer digestivo.