Una mujer de 80 años, identificada como Suzanne Rees, fue encontrada sin vida en una isla desierta luego de que el crucero de lujo que la llevaba por la costa australiana partiera sin ella. Las autoridades australianas investigan el caso, que ha despertado críticas sobre la gestión de emergencias en la industria marítima.
Identidad y circunstancias del suceso
El cadáver de Suzanne Rees, de 80 años, fue hallado el 15 de octubre de 2025 en una pequeña isla desierta del archipiélago de Queensland, Australia. Rees viajaba como pasajera de un crucero de lujo que realizaba una excursión costera cuando, según testigos, la embarcación zarpó sin esperar a la anciana, que se había quedado en la playa.
Desarrollo de los acontecimientos
Según el testimonio de otro pasajero que regresó al punto de desembarco, la tripulación anunció el regreso al barco sin esperar a la última persona del grupo. Cuando el crucero partió, Rees permaneció sola en la arena, sin medios de comunicación ni acceso a ayuda. Tras varias horas sin recibir rescate, su cuerpo fue descubierto por un equipo de búsqueda de la policía costera.
Reacciones y acciones de las autoridades
El Departamento de Seguridad Marítima de Australia ha abierto una investigación para determinar si se incumplieron los protocolos de evacuación y asistencia a pasajeros vulnerables. La autoridad penalizó al operador del crucero con una multa provisional y suspendió temporalmente sus permisos de navegación hasta que se concluya el proceso.
Impacto en la industria de cruceros
El caso ha avivado el debate sobre la responsabilidad de las compañías navieras frente a pasajeros de edad avanzada o con movilidad reducida. Organizaciones de derechos del consumidor exigen la revisión de los procedimientos de chequeo antes de iniciar actividades de excursión, y solicitan la implementación de sistemas de rastreo en tiempo real para evitar incidentes similares.
Contexto y antecedentes
Australia ha registrado en los últimos años varios incidentes de pasajeros perdidos o abandonados durante excursiones costeras, lo que ha llevado a la Autoridad Marítima a reforzar sus normas de seguridad. Este suceso recuerda el caso de una turista británica que, en 2022, fue rescatada tras quedar varada en la misma región.