Ir al contenido
Portada » La psoriasis afecta al 3 % de los argentinos y su vínculo con el estrés y la salud mental

La psoriasis afecta al 3 % de los argentinos y su vínculo con el estrés y la salud mental

Un estudio reciente revela que cerca del 3 % de la población argentina padece psoriasis, una enfermedad de la piel que puede desencadenarse o agravarse por el estrés, la ansiedad y otros problemas de salud mental. Expertos advierten sobre la importancia de la detección temprana y el abordaje integral para evitar complicaciones articulares.

Prevalencia en Argentina

Según datos publicados por el Ministerio de Salud Pública, aproximadamente el 3 % de los argentinos convive con psoriasis, lo que representa alrededor de 1,3 millones de personas en un país con una población de 45 millones.

Factores desencadenantes

Investigaciones recientes indican que el estrés crónico, la ansiedad y otros trastornos de salud mental pueden actuar como desencadenantes o empeorar la gravedad de la psoriasis. La relación entre el eje cerebro‑piel y la respuesta inflamatoria es cada vez más clara, y los profesionales de la salud recomiendan estrategias de manejo del estrés como parte del tratamiento.

Consecuencias y complicaciones

Si no se trata a tiempo, la psoriasis puede evolucionar hacia una artritis psoriásica, una condición dolorosa que afecta las articulaciones y disminuye la calidad de vida. Estudios demuestran que el diagnóstico precoz y la intervención temprana reducen significativamente el riesgo de daño articular a largo plazo.

Iniciativas y concienciación

El 29 de octubre de 2025, en el marco del Día Mundial de la Psoriasis, el Ministerio de Salud Pública de Tucumán organizó un encuentro entre pacientes, dermatólogos y reumatólogos para promover la información y el apoyo mutuo. La acción incluyó charlas sobre manejo del estrés, terapias biológicas y medidas de autocuidado.

Qué puedes hacer

Si notas manchas rojas, escamosas o picazón persistente, consulta a un dermatólogo. Complementa el tratamiento médico con técnicas de relajación, terapia cognitivo‑conductual y actividad física regular para disminuir los factores psicológicos que pueden agravar la enfermedad.