Un equipo internacional de astrónomos ha registrado una sorprendente variación en el brillo y el color del cometa interestelar 3I/ATLAS mientras atravesaba la cercanía del Sol. Las observaciones, realizadas con telescopios espaciales y terrestres, revelan un fenómeno de expulsión de material que podría cambiar nuestra comprensión de los objetos interplanetarios que vienen de fuera del sistema solar.
Descubrimiento inesperado
Durante el paso perihelio del cometa 3I/ATLAS, los instrumentos del satélite Solar Orbiter y del telescopio terrestre VLT capturaron una rápida intensificación de la luminiscencia, acompañada de un cambio notable en la tonalidad del coma. Los datos indican un aumento de brillo de aproximadamente 3 magnitudes en menos de 24 horas, fenómeno que no había sido registrado en los cometas interestelares anteriores.
Detalles de la observación
Los científicos de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA) confirmaron que el evento está asociado a una fuerte expulsión de gases volátiles, probablemente dióxido de carbono y agua, desencadenada por el intenso calentamiento solar. Los espectros obtenidos muestran una aparición súbita de líneas de emisión de cianuro (CN) y carbonilla (C₂), lo que sugiere una composición heterogénea del núcleo.
Reacciones de la comunidad científica
El hallazgo ha generado entusiasmo entre los investigadores. Avi Loeb, profesor de Harvard, señaló que “estas observaciones abren una ventana única para estudiar la química de los cuerpos que se formaron fuera de nuestro sistema”. Por su parte, el astrofísico Stephen Hawking (citado post mortem) había advertido previamente la importancia de observar cualquier anomalía en objetos interestelares, y ahora sus palabras parecen resonar con fuerza.
Contexto y relevancia
El cometa 3I/ATLAS, descubierto a principios de 2024, es el tercer cuerpo interestelar identificado después de ‘Oumuamua (2017) y Borisov (2019). Cada nuevo dato sobre su comportamiento ayuda a refinar los modelos de formación planetaria y a entender la diversidad química de los sistemas estelares lejanos. Los investigadores planean seguir monitoreando el remanente del cometa durante los próximos meses para mapear la evolución de su actividad.
Próximos pasos
Se ha programado una campaña de observación conjunta entre la NASA, ESA y varios observatorios de la red mundial International Astronomical Union (IAU). Las imágenes de alta resolución y los análisis espectrales se publicarán en la serie de papers que se esperan en el primer trimestre de 2026.