El huracán Melissa ha provocado graves inundaciones en Jamaica, dejando a cientos de miles de personas en riesgo, diez niños muertos y campos de ganado descompuesto que contaminan el agua, mientras la población lucha por conseguir alimentos y organizaciones humanitarias llegan con ayuda de emergencia.
Impacto inmediato del huracán
Tras el paso del huracán Melissa, las regiones costeras de Jamaica se vieron sumergidas bajo aguas que superan los niveles históricos. Según el New York Times, la acumulación de cadáveres de ganado muerto está generando una “infestación” de insectos y bacterias, agravando la crisis sanitaria.
Víctimas y población en riesgo
El informe de Vatican News indica que 10 niños han perdido la vida y que alrededor de 700 000 personas se encuentran en situación de peligro inmediato, sin acceso a agua potable ni refugio seguro.
Desesperación por alimentos
La BBC describe la situación en las calles de Kingston y otras ciudades, donde residentes recorren mercados y áreas públicas buscando cualquier alimento disponible, incluso restos de animales muertos, por la escasez provocada por los daños a la infraestructura agrícola.
Respuesta humanitaria
Equipos de organizaciones internacionales y locales, citados por La Nación, han iniciado la distribución de kits de ayuda que incluyen agua embotellada, alimentos no perecibles y medicinas. Los primeros vuelos de socorro llegaron al aeropuerto de Norman Manley, mientras los equipos de primera respuesta trabajan para evacuar a las familias de zonas inundadas.
Perspectivas y próximos pasos
Las autoridades jamaicanas han declarado estado de emergencia y solicitan apoyo adicional a la comunidad internacional. Se prevé la instalación de campamentos temporales y la puesta en marcha de proyectos de descontaminación de los cuerpos de agua afectados por los residuos ganaderos.