Una investigación forense israelí reveló que los cuerpos entregados por Hamás y presentados como los de dos rehenes no son de israelíes sino de civiles palestinos, mientras Israel devolvió a Gaza los restos de 30 palestinos a cambio de dos prisioneros liberados.
Contexto del intercambio
En los últimos días de octubre de 2024, Hamás entregó a la Cruz Roja dos cuerpos alegados como los de rehenes israelíes secuestrados en el conflicto iniciado en 2023. Simultáneamente, Israel transfirió a la Franja de Gaza los restos de 30 habitantes palestinos fallecidos en ataques aéreos, como parte de un acuerdo para la repatriación de dos prisioneros israelíes devueltos por Hamás.
Resultados de la investigación forense
El Laboratorio Forense del Ejército de Israel (IDF) recibió los cuerpos el 28 de octubre de 2024. Tras análisis de ADN y pruebas odontológicas, el equipo concluyó que los restos pertenecen a civiles palestinos fallecidos en la Franja, no a los rehenes israelíes reclutados en octubre de 2023. La conclusión fue publicada oficialmente el 31 de octubre de 2024.
Reacciones de los gobiernos
El Ministerio de Defensa israelí informó que la información debería «clarificar cualquier confusión» y acusó a Hamás de «instrumentalizar a los muertos para fines políticos». Por su parte, Hamás no emitió una declaración inmediata, aunque portavoces palestinos previamente habían asegurado que los cuerpos eran de «rehenes que habían sufrido torturas». La Cruz Roja, encargada de la entrega, señaló que su papel se limita a la transmisión de los restos sin validar su origen.
Implicaciones humanitarias y diplomáticas
El hallazgo complica los intentos de mediación internacional, ya que la veracidad de los intercambios de prisioneros y restos es esencial para mantener la confianza entre ambas partes. Organizaciones de derechos humanos piden mayor transparencia y el acceso de observadores independientes a los procesos forenses.