El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, reunió a la dirigencia de San Lorenzo en Ezeiza y los amenazó con una posible desafiliación si la Inspección General de Justicia (IGJ) interviene. El encuentro, que terminó en voces al alza y agresiones físicas, pone en jaque al club histórico y a su futuro en el fútbol argentino.
Contexto de la crisis en San Lorenzo
San Lorenzo, uno de los cinco grandes del fútbol argentino, atraviesa una profunda turbulencia institucional y financiera. La Inspección General de Justicia (IGJ) ha abierto una investigación por presuntas irregularidades en la gestión del club, lo que ha generado temor entre los socios y la afición.
La cumbre convocada por Tapia
El 15 de octubre de 2025, Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), recibió en la sede de la entidad en Ezeiza a los principales dirigentes de San Lorenzo. El objetivo era buscar una solución consensuada y evitar la intervención de la IGJ.
Escalada de tensiones y agresiones
Durante la reunión, los ánimos se caldearon rápidamente. Según testigos, los dirigentes del club expresaron su rechazo a la posible auditoría de la IGJ, mientras que Tapia advirtió que “si se mete la IGJ, los desafilio”. La discusión derivó en una «trompada» donde varios participantes se empujaron y se intercambiaron insultos.
Ultimátum de la AFA
Tras el altercado, Tapia reiteró el mensaje: San Lorenzo debe regularizar su situación y aceptar la supervisión de la IGJ, de lo contrario la AFA impondrá un ultimátum que podría culminar en la desafiliación del club del torneo.
Repercusiones y próximos pasos
El árbitro institucional del fútbol argentino está pendiente de la respuesta de San Lorenzo. Mientras tanto, la afición y los socios exigen claridad y una salida que garantice la continuidad del club en la Primera División.