Una operación naval de Estados Unidos en el Caribe derribó una lancha sospechosa de tráfico de drogas, dejando tres fallecidos. El Pentágono confirmó la acción, mientras la ONU denunció una posible violación al derecho internacional. El incidente se suma a la creciente presión contra el narcotráfico marítimo en la región.
Hechos
El pasado 30 de octubre de 2025, fuerzas marítimas de Estados Unidos intervinieron en una zona del Caribe donde detectaron una lancha de aproximadamente 15 metros que, según los intelijencias, transportaba cocaína destinada al mercado norteamericano. Tras una serie de maniobras, la embarcación fue derribada con fuego de artillería de un barco de la Marina, provocando la muerte de tres personas que se encontraban a bordo, presumidos traficantes.
Reacción del Pentágono
El jefe del Pentágono, General Frank Kendall, confirmó en una rueda de prensa que la acción fue parte de la “Operación Atlantic Guard”, orientada a desarticular redes de narcotráfico que utilizan rutas marítimas del Caribe. Kendall destacó que la operación se realizó respetando el derecho interno de EE.UU. y que los objetivos fueron neutralizados sin riesgo para la población civil.
Denuncia de la ONU
En respuesta, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU emitió una declaración calificando el ataque como una posible violación al derecho internacional, al señalar que la lancha no había sido abordada antes de su destrucción y que no se habían garantizado los derechos de los ocupantes. La ONU solicitó a EE.UU. que brinde información completa y permita una investigación independiente.
Contexto del narcotráfico en el Caribe
El Caribe se ha convertido en una ruta estratégica para el tránsito de cocaína desde América del Sur hacia Norteamérica y Europa. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el volumen de droga interceptada en la región aumentó un 12% en los últimos dos años. Las autoridades estadounidenses han intensificado sus operativos, combinando vigilancia aérea, buques de patrulla y colaboración con países de la zona.
Reacciones internacionales
Varios gobiernos de la región, entre ellos la República Dominicana y Puerto Rico, expresaron su apoyo a los esfuerzos para frenar el narcotráfico, mientras que grupos de derechos humanos solicitaron una mayor transparencia en las operaciones militares en aguas internacionales.