El Ejecutivo nacional autorizó un nuevo ajuste en la tarifa de energía eléctrica y dio el paso definitivo a la medición remota mediante medidores inteligentes, buscando mayor eficiencia y transparencia para los usuarios.
Contexto del ajuste
Ante la necesidad de equilibrar los costos de generación y la inflación, el Ministerio de Energía y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) anunciaron un aumento en la tarifa de luz para usuarios residenciales y pequeños comercios. El ajuste forma parte de la política tarifaria que se ha venido ajustando anualmente desde 2022.
Detalles del nuevo aumento
El Gobierno estableció que el nuevo ajuste será “significativo” pero sin señalar un porcentaje concreto, indicando que será incorporado en la próxima facturación de los consumidores. La medida busca cubrir los incrementos en los costos de combustibles y la inversión en infraestructura eléctrica.
Modernización del sistema de medición
Junto al aumento tarifario, se implementó un cambio estructural: la sustitución gradual de los medidores analógicos por medidores inteligentes. Estos dispositivos permiten la lectura remota y en tiempo real del consumo, eliminando la necesidad de visitas de técnicos para registrar la facturación.
- Lectura automática y trasmisión de datos vía radiofrecuencia.
 - Mayor precisión y detección temprana de fallas.
 - Facilidad para que los usuarios consulten su consumo en plataformas digitales.
 
Impacto esperado
Los analistas económicos estiman que la modernización del medidor contribuirá a una mayor eficiencia en la gestión del sistema eléctrico y a la reducción de pérdidas técnicas. Por su parte, los consumidores podrían experimentar una mayor claridad en la facturación y la posibilidad de ajustar su consumo en función de precios más transparentes.
El Gobierno reiteró su compromiso de seguir supervisando la evolución de los precios y de impulsar la expansión de la red de medidores inteligentes en todo el país.