Tras presentar su renuncia al Ministerio del Interior, el exministro Guillermo Francos protagonizó un inesperado desahogo: subió al escenario de un bar porteño, tomó el micrófono y entonó el legendario himno “Las Cuarenta”, desatando una celebración entre sus seguidores.
El inesperado espectáculo de la resignación
El pasado viernes, Guillermo Francos, quien se desempeñó como Ministro del Interior durante la primera etapa del gobierno de Javier Milei, presentó su renuncia tras apenas ocho meses en el cargo. La noticia sorprendió al panorama político argentino y desató una ola de análisis sobre los motivos que llevaron al dirigente a abandonar el gabinete.
Un desahogo musical en pleno corazón de Buenos Aires
En vez de ofrecer una conferencia de prensa tradicional, Francos optó por un gesto más cercano al pueblo: se dirigió a un conocido bar de la zona de Palermo y, acompañando a una guitarra acústica, cantó “Las Cuarenta”, canción emblemática del rock nacional que habla de la presión y la rebeldía. El público, compuesto mayormente por periodistas y simpatizantes, respondió con aplausos y cánticos, convirtiendo el momento en una verdadera fiesta.
Contexto político y repercusiones
La renuncia de Francos se produce en medio de una serie de reajustes en el gabinete de Milei, que busca consolidar su segunda fase de gobierno. Analistas indican que la salida del ministro del Interior podría estar vinculada a divergencias internas sobre la estrategia de seguridad y a la presión de sectores conservadores dentro del oficialismo.
Reacciones en la esfera pública
Políticos de la oposición felicitaron la decisión de Francos y subrayaron la necesidad de “más voces críticas dentro del poder”. Por su parte, miembros del equipo de Milei agradecieron los logros alcanzados durante su gestión, especialmente en materia de descentralización y modernización del registro civil.
¿Qué sigue para Guillermo Francos?
Tras el emotivo canto, Francos comentó que su próximo paso será “volver al trabajo de base, a la gente y al diálogo”. No descartó la posibilidad de retomar la actividad política en otro rol, aunque por el momento se mantiene alejado de los focos mediáticos.