Un video que muestra a soldados israelíes violando sexualmente a un preso palestino ha causado una fuerte crisis política y militar. La filtración, ocurrida en octubre de 2025, condujo a la detención de la exabogada militar Yifat Tomer‑Yerushalmi y avivó protestas y debates sobre los abusos en los cuarteles de detención israelíes.
El video que desató la polémica
En octubre de 2025 circuló en redes sociales un video grabado dentro de una instalación militar israelí, donde se observa a varios soldados cometiendo una brutal violación a un detenido palestino. La violencia sexual, captada con claridad, provocó la indignación tanto a nivel nacional como internacional.
Contexto del conflicto y de los detenidos
Desde hace décadas, Israel mantiene una política de detención preventiva contra palestinos sospechosos de actividades contra el Estado. Los detenidos suelen ser recluidos en cuarteles aislados, donde organizaciones de derechos humanos han denunciado casos de malos tratos, torturas y, en ocasiones, abusos sexuales.
La filtración y sus protagonistas
La investigación periodística reveló que la fuga del material habría sido posible gracias a Yifat Tomer‑Yerushalmi, exabogada principal del ejército israelí. Tomer‑Yerushalmi, quien dirigió la defensa de casos militares, fue arrestada bajo acusaciones de violar la confidencialidad de información clasificada y de conspirar para difundir el video.
Repercusiones políticas
El escándalo llegó a los pasillos del poder y desencadenó una crisis interna. El primer ministro Benjamin Netanyahu se vio obligado a pronunciarse, garantizando una investigación independiente y asegurando que los responsables serán llevados ante la justicia. La filtración ha sido usada por la oposición para cuestionar la gestión del gobierno respecto a los derechos humanos.
Reacciones sociales y demandas internacionales
Organizaciones de la sociedad civil, tanto en Israel como a nivel global, han convocado protestas y manifestaciones exigiendo la apertura de procesos judiciales contra los soldados involucrados y la reforma del sistema de detención. La ONU y la Comisión de Derechos Humanos de la UE han solicitado informes detallados sobre el caso.
¿Qué sigue?
Las autoridades militares han iniciado una comisión interna para investigar los hechos. Mientras tanto, la presión de la opinión pública y de entidades internacionales continúa en aumento, buscando que se establezcan mecanismos de supervisión y que se garantice la protección de los derechos de los detenidos.