Los enfrentamientos internos entre Karina y el ministro Caputo no cesan: la reciente remodelación del gabinete ha dejado al descubierto una nueva pelea por los puestos vacantes, generando incertidumbre en la transición del Gobierno y reavivando la famosa “guerra fría” dentro del oficialismo.
Contexto de la disputa interna
Desde la asunción del nuevo Gobierno, la rivalidad entre Karina (actual directora de Asuntos Políticos) y Walter Caputo (ministro de Seguridad) ha sido catalogada como una “guerra fría” dentro del oficialismo. El término alude a una confrontación latente, marcada por maniobras de poder, alianzas discretas y una competencia por influir en la agenda gubernamental sin llegar a un choque abierto.
Los últimos cambios en el gabinete
En los últimos días se confirmó la salida de Guillermo Francos del Ministerio de Seguridad, sustitución que abrió una brecha significativa en la estructura ejecutiva. Francos, además, había recibido la delegación de Lisandro Catalán para liderar la transición en la Casa Rosada, según informó Infobae. La renuncia de Francos provocó dudas sobre el futuro político de Ricardo Scioli, quien había sido considerado para ocupar un cargo estratégico; la prensa de La Nación señaló que su continuidad está ahora en vilo.
La nueva pelea por los reemplazos
Con la vacante de Seguridad aún sin cubrir, la disputa se trasladó al proceso de nombramiento. Karina, que ejerce una fuerte influencia sobre la agenda de la Jefatura de Gabinete, ha propuesto a varios ex funcionarios de su círculo para cubrir los puestos críticos. Caputo, por su parte, defiende la necesidad de incorporar a profesionales con experiencia operativa, lo que ha encendido la discusión sobre la independencia del ministerio frente a la política partidista.
Reacciones de otros actores
Manuel Adorni, jefe de gabinete del presidente, respondió a las críticas del ex presidente Mauricio Macri reiterando que “el Gabinete lo elige el Presidente”, como informó La Voz del Interior. Además, Adorni confirmó la convocatoria de sesiones extraordinarias del Congreso para aprobar los nombramientos pendientes, subrayando la urgencia de estabilizar la gestión en medio de la transición.
Implicancias para la política argentina
El conflicto entre Karina y Caputo no solo retrasa la ocupación de cargos estratégicos, sino que también pone en evidencia la fragilidad del consenso interno del oficialismo. La falta de acuerdos podría afectar la capacidad del Gobierno para avanzar en reformas de seguridad y en políticas de transición, generando incertidumbre en el sector empresarial y entre la ciudadanía que espera respuestas claras.
En un escenario donde la estabilidad institucional es crucial, la resolución de esta “guerra fría” será determinante para el éxito del nuevo mandato y para la percepción internacional de la política argentina.