Tras la medida anunciada el 26 de octubre (conocida como 26‑O), el mercado financiero de Argentina reconfiguró sus proyecciones de tipo de cambio, inflación y tasa de referencia. Analistas y entidades bancarias detallan cómo se alinea la nueva apuesta del Banco Central con la realidad económica y qué implicancias tendrá para los argentinos durante noviembre.
¿Qué fue el 26‑O?
El 26 de octubre de 2025, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentó un paquete de ajustes estructurales que incluyó cambios en el régimen cambiario, la definición de una nueva tasa de referencia y la publicación de metas de inflación a corto plazo. La medida buscó estabilizar el mercado cambiario y ofrecer mayor previsibilidad a los agentes económicos.
Reacción del mercado cambiario
Inmediatamente después del anuncio, la cotización del dólar oficial mostró una ligera apreciación, mientras que los contratos futuros de tipo de cambio comenzaron a reflejar menores expectativas de devaluación para noviembre. Expertos indican que la confianza en la política monetaria se fortaleció, aunque siguen vigentes las presiones inflacionarias.
Inflación proyectada para noviembre
Los principales indicadores de precios, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), siguieron indicando una aceleración de la inflación. No obstante, después del 26‑O, los analistas del sector financiero ajustaron sus estimaciones a la baja para el mes de noviembre, anticipando una variación interanual que ronda los 200 %, ligeramente inferior a las proyecciones anteriores que superaban el 210 %.
Tasa de referencia y política monetaria
Como parte del paquete, el BCRA estableció una tasa de referencia del 74 % anual, manteniéndola estable durante el primer trimestre del nuevo año fiscal. La autoridad monetaria señaló que esta tasa será revisada de forma trimestral, considerando la evolución de la inflación y la volatilidad cambiaria.
Impacto para los distintos agentes
• Consumidores: La expectativa de una inflación un poco menor para noviembre podría aliviar la presión sobre los precios de la canasta básica, aunque el poder adquisitivo sigue bajo.
• Empresarios: La estabilización del tipo de cambio brinda mayor certidumbre para la planificación de costos y la estructuración de contratos de importación.
• Inversores: Los ajustes en la tasa de referencia y la moderación de la proyección inflacionaria hacen más atractivo el mercado de bonos ajustados por inflación.
En conjunto, la medida 26‑O representa un intento del gobierno y del BCRA por contener la espiral inflacionaria y dar señales de política monetaria más predecible, aunque los desafíos estructurales persisten.