Javier Milei anunció el 4 de noviembre de 2025 la designación de Diego Santilli como nuevo ministro del Interior. La decisión ha generado fricciones visibles con el expresidente Mauricio Macri, provocando un retraso inesperado en la juramentación y avivando el debate interno dentro del oficialismo.
Antecedentes
El Ministerio del Interior, una cartera clave que coordina la seguridad pública, las provincias y los procesos electorales, ha sido tradicionalmente un punto de referencia para la gestión política nacional.
Designación de Santilli
El presidente Javier Milei, en una rueda de prensa realizada el 4 de noviembre de 2025, confirmó que Diego Santilli, exvicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, asumiría el cargo. La noticia fue publicada simultáneamente por los principales medios de comunicación argentinos.
Reacciones dentro del oficialismo
Tras el anuncio, surgieron tensiones entre Milei y el exmandatario Mauricio Macri, quien ha mantenido una influencia significativa en la coalición oficialista. Macri expresó su descontento por no haber sido consultado previamente y cuestionó la capacidad de Santilli para ejercer una función más que simbólica.
Demora en la juramentación
El proceso de juramentación, previsto inicialmente para el 6 de noviembre, fue pospuesto debido a la falta de consenso entre el presidente y Macri. Según fuentes cercanas al palacio, la discusión giró en torno a la autonomía del nuevo ministro y la necesidad de asegurar una coordinación eficaz con las autoridades provinciales.
Declaraciones de Diego Santilli
En una entrevista concedida a la revista Perfil, Santilli relató una conversación privada con Macri, quien le dijo que no sería “una figura testimonial”. Santilli negó que su candidatura fuera un mero trámite y afirmó que su objetivo es fortalecer la seguridad interior y revitalizar la relación entre el gobierno nacional y las provincias.
Impacto político
El episodio refleja la complejidad de la alianza oficialista y el equilibrio de poder entre Milei y los liderazgos tradicionales. El retraso de la jura no solo pone en evidencia diferencias internas, sino que también plantea interrogantes sobre la estabilidad del gabinete en los próximos meses.