El 4 de noviembre de 2025, la Cruz Roja confirmó que Hamas entregó a Israel el cuerpo del rehén israelí Itay Chen en la zona de Gaza. El gesto, aunque simbólico, marca un nuevo capítulo en la delicada negociación de cadáveres entre ambas partes del conflicto.
Entrega del cuerpo de Itay Chen
En la madrugada del 4 de noviembre de 2025, delegados de la Cruz Roja recibieron en la zona de Gaza el cuerpo del rehén israelí Itay Chen, que había sido capturado por Hamas durante los últimos meses de conflicto armado. La organización humanitaria confirmó que la entrega se realizó bajo la supervisión de representantes de Hamas, y que el cuerpo fue trasladado a un centro médico de la Cruz Roja para su identificación y posterior repatriación.
Reacciones de autoridades israelíes
El gobierno de Israel, a través del Ministerio de Defensa, agradeció la “actitud responsable” de Hamas y la cooperación de la Cruz Roja, subrayando la importancia de respetar el derecho internacional humanitario en el manejo de los fallecidos. Se informó que el cuerpo será devuelto a territorio israelí para que la familia pueda realizar los ritos funerarios.
Contexto del conflicto y el intercambio de cadáveres
Desde el inicio de la última escalada, ambas partes han mantenido canales de comunicación para la entrega de restos mortales. En semanas anteriores, Hamas había entregado varios cuerpos de palestinos a Gaza, mientras que Israel devuelvá 45 cuerpos de palestinos a la Franja de Gaza, como parte de los acuerdos humanitarios facilitados por la Cruz Roja.
El papel de la Cruz Roja
La Cruz Roja Internacional actúa como mediadora neutral en situaciones de conflicto, garantizando que se cumplan los convenios de Ginebra respecto al trato digno de los muertos. Su presencia en Gaza permite la verificación de identidades y la coordinación de los traslados, reduciendo el riesgo de violaciones de derechos humanos.
¿Qué sigue?
Tras la identificación de Itay Chen, las autoridades israelíes planifican la repatriación del cuerpo a Israel. Mientras tanto, se mantiene la presión internacional para que se establezcan canales permanentes de intercambio de cadáveres y se protejan los derechos de los rehenes y sus familias.