Expertos de la Organización Panamericana de la Salud advierten que la enfermedad renal crónica está aumentando de forma discreta pero alarmante en la región, con una prevalencia que supera el 10 % y factores de riesgo en alza como la diabetes y la hipertensión, lo que requiere acciones urgentes de políticas públicas y concienciación ciudadana.
¿Qué es la enfermedad renal crónica?
La enfermedad renal crónica (ERC) es una afección progresiva en la que los riñones pierden gradualmente su capacidad para filtrar desechos y exceso de líquidos del organismo. Se diagnostica cuando la tasa de filtración glomerular (TFG) se mantiene por debajo de 60 ml/min/1,73 m² durante al menos tres meses.
Datos recientes en América Latina
Según el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2024, la prevalencia de ERC en la región oscila entre el 9,5 % y el 12 % según el país, alcanzando aproximadamente el 10,5 % a nivel regional. Esto equivale a más de 70 millones de personas con diagnóstico o en riesgo elevado.
El estudio destaca un aumento del 18 % en la incidencia de ERC durante la última década, impulsado principalmente por el crecimiento de la diabetes mellitus tipo 2 y la hipertensión arterial, ambas condiciones que se han vuelto más frecuentes por cambios en los estilos de vida y envejecimiento de la población.
Impacto en la mortalidad
El Informe Global de Salud 2023 de la OMS señala que la enfermedad renal fue responsable de 1,2 millones de fallecimientos en 2021, posicionándose como la 16ª causa de muerte a nivel mundial. En América Latina, la mortalidad atribuida a ERC ha incrementado un 12 % respecto a 2010.
Factores de riesgo y grupos vulnerables
- Diabetes mellitus: más del 30 % de los pacientes con diabetes desarrollan ERC.
- Hipertensión arterial: presente en el 70 % de los casos de ERC avanzada.
- Obesidad: la tasa de obesidad ha subido un 7 % en la última década en la región.
- Exposición a contaminantes: poblaciones en áreas industriales presentan mayor riesgo.
Recomendaciones de salud pública
Los especialistas instan a los gobiernos latinoamericanos a implementar:
- Programas de detección temprana de ERC en centros de atención primaria.
- Campañas de educación sobre control de la diabetes y la presión arterial.
- Políticas de reducción de la exposición a contaminantes ambientales.
- Capacitación de profesionales de la salud en manejo integral de la ERC.
La detección precoz y la intervención oportuna pueden retrasar la progresión de la enfermedad y reducir la necesidad de terapias costosas como la diálisis o el trasplante renal.