Una reciente nota de TN muestra cómo el diseño arquitectónico puede convertirse en una herramienta vital para las personas con Alzheimer. Tres proyectos internacionales incorporan colores, iluminación y señalética para evitar la desorientación y favorecer la autonomía, demostrando que la arquitectura también es medicina preventiva.
Introducción
El Alzheimer, la forma más frecuente de demencia, afecta la memoria, la orientación espacial y la capacidad de realizar actividades cotidianas. Ante esta realidad, arquitectos y especialistas en salud han empezado a desarrollar entornos construidos que reducen la confusión y el estrés de los pacientes.
Principios de diseño aplicados
Los tres edificios citados por Todo Noticias comparten cuatro pilares básicos:
- Contraste cromático: uso de colores vivos en puertas, pasillos y zonas comunes para crear hitos visuales.
- Iluminación natural y dirigida: luz natural que regula los ritmos circadianos y luces LED que resalten rutas clave.
- Señalética clara y multimodal: pictogramas, texto grande y texturas al tacto que facilitan la navegación.
- Diseño biofílico: incorporación de plantas y vistas al exterior que generan calma y conexión con el entorno.
Ejemplo 1: Centro de atención especializado
Ubicado en una capital europea, este edificio cuenta con pasillos codificados por colores que indican la zona del edificio (rojo = áreas de terapia, azul = áreas de descanso). El suelo presenta una ligera variación de textura cada diez metros, permitiendo a los residentes reconocer cuándo están a punto de llegar a su destino.
Ejemplo 2: Residencia asistida en América Latina
En esta instalación, la fachada está pintada con tonalidades cálidas que contrastan con el entorno urbano, facilitando la localización desde el exterior. En el interior, la iluminación día‑noche se regula automáticamente para evitar sombras que puedan generar confusión.
Ejemplo 3: Hospital de referencia en Asia
El tercer caso muestra un ala dedicada a pacientes con demencia. Cada habitación posee una vista a un jardín interior y una ventana que permite la entrada de luz solar directa. Los ascensores están equipados con pantallas que indican el nivel y la dirección mediante iconos simples.
Impacto y futuro
Los resultados preliminares indican una reducción del 30 % en episodios de desorientación y una mejora del 20 % en la calidad de vida percibida por los pacientes y sus cuidadores. Estos proyectos confirman que la arquitectura, cuando se basa en evidencia científica, puede convertirse en un aliado estratégico contra los efectos del Alzheimer.