Un equipo de investigadores ha identificado quince especies bacterianas de la microbiota intestinal que se asocian con la enfermedad arterial coronaria, una condición que incrementa significativamente la probabilidad de sufrir un infarto. El hallazgo abre nuevas vías para la prevención y el tratamiento de las cardiopatías a través del manejo del microbioma.
¿Qué revela el estudio?
Los científicos analizaron muestras de heces de cientos de pacientes con enfermedad arterial coronaria (EAC) y compararon sus perfiles microbianos con los de individuos sanos. Encontraron una fuerte asociación entre la presencia de quince especies bacterianas y la presencia de placas ateroscleróticas en las arterias coronarias. Estas bacterias aparecen en mayor abundancia en los pacientes con EAC, lo que sugiere que podrían influir en los procesos inflamatorios que favorecen la formación de coágulos y, en última instancia, un infarto.
Principales grupos bacterianos implicados
Entre los géneros más representados se encuentran Bacteroides, Prevotella y Streptococcus, aunque el estudio señala que la combinación exacta de especies varía entre los individuos. Lo relevante es que la presencia simultánea de estas quince bacterias eleva el riesgo de enfermedad arterial coronaria en torno al 30% respecto a quienes no las presentan.
Contexto: microbiota intestinal y salud cardiovascular
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que habita en el tracto digestivo. Además de ayudar en la digestión, estas bacterias regulan el sistema inmune y producen metabolitos que pueden entrar al torrente sanguíneo. Algunos de estos compuestos, como los trimetilamina N‑óxido (TMAO), han sido vinculados previamente con la aterosclerosis.
Implicancias clínicas
El descubrimiento abre la puerta a estrategias preventivas basadas en la modulación del microbioma: dietas ricas en fibra, probióticos específicos o incluso terapias fágicas que eliminen bacterias nocivas podrían reducir la carga de placa en las arterias. Asimismo, los médicos podrían utilizar análisis de heces como herramienta complementaria para evaluar el riesgo cardiovascular de sus pacientes.
Próximos pasos de la investigación
Los autores del trabajo enfatizan la necesidad de estudios longitudinales que confirmen la causalidad y determinen si la eliminación o reducción de estas bacterias disminuye efectivamente la incidencia de infartos. Mientras tanto, recomiendan mantener una alimentación equilibrada, limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y consultar al médico ante síntomas de enfermedad cardíaca.