A principios de noviembre de 2025 el Ministerio de Economía realizó un pago de US$796 millones al Fondo Monetario Internacional, lo que provocó una caída de las reservas internacionales del Banco Central a US$41 mil millones. El movimiento genera expectativas sobre la política cambiaria y la estabilidad macroeconómica del país.
Pago al FMI y su impacto inmediato
El Tesoro Nacional cumplió un vencimiento de la línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por aproximadamente US$796 millones. Diversos medios reportaron la cifra redondeada a US$800 millones. Esta transacción se realizó dentro del programa de ajuste económico suscrito en 2023, cuyo objetivo es estabilizar la balanza de pagos y contener la inflación.
Disminución de reservas internacionales
Tras el desembolso, las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) descendieron a US$41 mil millones, una caída de cerca de US$2 mil millones en pocos días. Las reservas, que sirven de respaldo para la emisión de moneda y la financiación de importaciones, son un indicador clave de la solvencia externa del país.
Repercusiones en el mercado cambiario
A pesar de la salida de fondos, el tipo de cambio experimentó una ligera apreciación al cierre de la semana, con el dólar retrocediendo alrededor de 2 % frente al peso. Analistas atribuyen esta rebaja a la expectativa de que el gobierno continúe implementando medidas de ajuste y a la confianza de los inversores en la gestión del programa del FMI.
Contexto del programa con el FMI
El acuerdo con el FMI contempla un programa de 48 meses, con desembolsos condicionados a metas fiscales, de inflación y de reservas. El último vencimiento pagado corresponde a la segunda tranche del préstamo, cuyo calendario incluye pagos parciales trimestrales.
Perspectivas a corto plazo
El gobierno anunció que mantendrá una política de contención del gasto público y continuará con la estrategia de estabilización cambiaria. Se espera que el BCRA refuerce su política de intervención en el mercado de cambios para evitar nuevas volatilidades.
En suma, el pago al FMI y la reducción de reservas marcan un punto crítico en la gestión macroeconómica de Argentina, con implicancias directas sobre la inflación, el acceso a financiamiento externo y la confianza de los agentes económicos.