El ex presidente de EE.UU., Donald Trump, recibió el 6 de noviembre de 2025 al primer ministro húngaro Viktor Orbán en la Casa Blanca y anunció que estudiará la posibilidad de liberar a Hungría de las sanciones europeas por la compra de petróleo y gas rusos, en medio de la creciente tensión energética del continente.
Encuentro en la Casa Blanca
El 6 de noviembre de 2025, Donald Trump recibió en la Casa Blanca a Viktor Orbán, primer ministro de Hungría. Durante la reunión, el expresidente afirmó que evaluará una exención temporal de las sanciones impuestas por la Unión Europea a los países que continúan importando energía proveniente de Rusia.
Contexto de las sanciones energéticas
Desde la invasión de Ucrania en 2022, la UE ha aplicado una serie de medidas contra Rusia, entre ellas un gravamen del 10 % sobre el petróleo ruso y restricciones a la importación de gas. Hungría, dependiente de la energía rusa, ha sido una de las voces más críticas con dichas políticas, argumentando que afectan su seguridad energética y su economía.
Propuesta de exención
Trump comentó que la posible exoneración tendría una duración de un año y cubriría tanto el petróleo como el gas comprados a Rusia. La medida, de concretarse, implicaría que Hungría no tendría que pagar el gravamen del 10 % ni cumplir con los límites de importación establecidos por la UE.
Reacciones y repercusiones
La declaración de Trump generó diversas reacciones. La Comisión Europea aún no ha respondido oficialmente, pero varios Estados miembros han manifestado su preocupación por crear un precedente que podría debilitar la cohesión del bloque frente a la presión rusa. Por su parte, Orbán agradeció la postura, calificándola de “reconocimiento de la razón de Hungría en sus políticas migratorias y energéticas”.
Implicaciones para la política europea
Si se aprueba la exención, podría modificar el equilibrio de negociaciones sobre la política energética en Europa y abrir la puerta a conversaciones sobre un marco más flexible para los países con alta dependencia de Rusia. Asimismo, la iniciativa se inserta en un contexto donde EE.UU. busca reforzar su influencia en la región frente a la creciente presencia de Pekín.