Una emisión electromagnética detectada el 7 de noviembre de 2025 por la Administración Espacial Nacional China confirma que el cometa 3I/ATLAS proviene del espacio interestelar, reforzando las alertas de expertos y reavivando el debate sobre posibles riesgos para la Tierra.
¿Qué es el cometa 3I/ATLAS?
El 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar reconocido tras ʻOumuamua (2017) y Borisov (2019). Descubierto por el programa ATLAS en enero de 2022, se caracteriza por una órbita hiperbólica que lo lleva a cruzar el Sistema Solar a gran velocidad, indicando un origen fuera de él.
La señal que lo confirma
El 7 de noviembre de 2025, el radiotelescopio FAST de la Administración Espacial Nacional China (CNSA) captó una señal en la banda X (≈8 GHz) que mostraba un patrón de líneas espectrales de amoníaco y cianuro, moléculas típicas de cometas jóvenes de origen interestelar. Los análisis realizados por equipos internacionales concluyeron que la composición y la velocidad de partida del gas coincidían con las predicciones para cuerpos interestelares, confirmando de forma inequívoca la naturaleza de 3I/ATLAS.
Contexto científico y tecnológico
Una “señal” en este contexto no es un mensaje inteligente, sino una emisión natural de energía electromagnética producida por la sublimación de hielos volátiles al acercarse al Sol. Detectar este tipo de firmas espectrales a grandes distancias requiere instrumentos de alta sensibilidad y colaboraciones multinacionales, como la que involucró a la CNSA, la NASA y la ESA.
Predicciones y advertencias
El físico Stephen Hawking había advertido, en sus últimos escritos, que objetos interestelares podrían representar una amenaza si impactaran la Tierra, aunque la probabilidad es extremadamente baja. En noviembre de 2025, Elon Musk volvió a recordar este riesgo en una entrevista, diciendo que un impacto de 3I/ATLAS “aniquilaría un continente”; sin embargo, cálculos de la JPL (Jet Propulsion Laboratory) descartan cualquier posibilidad de colisión en los próximos mil años.
Qué sigue para la comunidad astronómica
Los científicos planifican observaciones continuas con telescopios ópticos y de radio para seguir el desintegramiento del núcleo del cometa y estudiar cómo se comportan los materiales interestelares bajo la radiación solar. Estos datos son clave para entender la formación de sistemas planetarios fuera de nuestro propio sistema.