El sábado 11 de octubre de 2025, la Noche de los Museos de Buenos Aires alcanzó su mayor público histórico, con más de 1,2 millones de visitantes. La artista Marta Minujín sorprendió a la multitud con una imponente Torre de Pisa construida íntegramente de espaguetis, una obra que la prensa calificó como “alimento espiritual” para la ciudad.
Una obra efímera que marcó la noche porteña
En el marco de la Noche de los Museos, celebrada el 11 de octubre de 2025, la artista argentina Marta Minujín instaló una monumental Torre de Pisa de espaguetis frente al Museo Nacional de Bellas Artes. La estructura, de más de 12 metros de altura, fue elaborada con miles de fideos cocidos y teñidos, y se mantuvo iluminada durante toda la velada, convirtiéndose en el epicentro visual del evento.
Un récord de asistencia sin precedentes
Según datos oficiales de la Dirección de Cultura de la Ciudad, la Noche de los Museos registró una asistencia histórica de 1,2 millones de visitantes, superando la cifra récord anterior. Más de un millón de personas recorrían las calles del centro, disfrutando de la oferta cultural gratuita y de la presencia de la torre de espaguetis, que se convirtió en punto de encuentro y foto para locales y turistas.
Contexto y significado de la pieza
Minujín describió su creación como “alimento espiritual”, una invitación a “alimentar la imaginación colectiva”. La artista, conocida por sus intervenciones masivas y participativas, utilizó el espagueti –un alimento cotidiano y universal– para simbolizar la unión de la cultura popular con el alto arte. La pieza evocó la famosa Torre de Pisa, creando un vínculo entre la tradición italiana y la identidad porteña.
Reacción del público y los medios
La instalación generó una avalancha de publicaciones en redes sociales y medios tradicionales. La Nación, Buenos Aires Ciudad, Clarín y Página 12 destacaron la combinación de gran escala, creatividad y la masiva concurrencia. Los visitantes compartieron videos y fotos de la torre iluminada, calificándola de “impresionante” y “única en su tipo”.
Impacto económico y cultural
El evento, además de su valor simbólico, tuvo un impacto económico positivo para la ciudad. Se estimó que la afluencia de más de un millón de gente generó un incremento de alrededor del 8 % en la actividad comercial del centro histórico durante la noche, beneficiando comercios, transportes y el sector gastronómico.