El miércoles 12 de noviembre de 2025 el dólar mayorista cayó a $1.400, la mayor baja de la semana, y la tendencia se extendió a los tipos de cambio paralelos, mientras bonos y acciones registraron alzas inesperadas.
Caída histórica del dólar mayorista
En la jornada del 12 de noviembre, el dólar mayorista, referencia utilizada por bancos y grandes empresas para fijar precios de importación, alcanzó los $1.400 por unidad, marcando una de las caídas más pronunciadas de los últimos meses.
Repercusión en los mercados paralelos
La disminución del mayorista se transmitió rápidamente a los mercados paralelos. Según Ambito, algunos bancos ya ofertaban el dólar a $1.420, mientras que el dólar “blue” y otras cotizaciones informales mostraron también una tendencia a la baja, aunque sin llegar al mismo nivel que el mayorista.
Impacto en los bonos y la bolsa
El descenso del tipo de cambio generó un impulso positivo en los mercados financieros locales. Los bonos soberanos emitidos en pesos y en dólares experimentaron una suba de precios, y el índice de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires registró ganancias, reflejando la expectativa de menor presión inflacionaria y mejores condiciones de financiamiento.
Qué significa para la economía
El dólar mayorista sirve como termómetro de la disponibilidad de divisas en el mercado interno. Una caída a $1.400 indica una mayor oferta de dólares, lo que redunda en menores costos de importación y potencial alivio para la inflación. Sin embargo, la volatilidad persiste y los distintos precios en los mercados oficial, mayorista y paralelo continúan generando incertidumbre para consumidores y empresas.
Contexto del tipo de cambio en Argentina
Argentina maneja varios tipos de cambio: el oficial, regulado por el Banco Central; el mayorista, utilizado por grandes transacciones; y el paralelo o “blue”, que refleja la oferta y demanda en el mercado informal. Cada uno tiene implicaciones distintas para la política monetaria y el poder de compra de los argentinos.
Perspectivas a corto plazo
Los analistas sugieren que, si la tendencia a la baja del mayorista se mantiene, podríamos observar una estabilización de precios en sectores que dependen de insumos importados, aunque la brecha entre los tipos de cambio oficiales y paralelos seguirá siendo un factor de riesgo para la economía.