El 10 de noviembre de 2025, Mauricio Macri reunió a los principales liderazgos de PRO con el objetivo de detener la fuga de dirigentes hacia La Libertad Avanza y consolidar el apoyo a las reformas impulsadas por el gobierno de Javier Milei, sin abandonar su propio proyecto político 2027.
Antecedentes
Desde que Javier Milei asumió la presidencia, su coalición La Libertad Avanza ha atraído a varios militantes de la Propuesta Republicana (PRO), generando preocupación en la dirigencia del partido. La salida de dirigentes clave amenazaba la cohesión de Juntos por el Cambio y ponía en riesgo la influencia del PRO dentro del Congreso.
Reunión del PRO
En una sesión celebrada el 10 de noviembre de 2025 en la sede central del PRO, Mauricio Macri convocó a la totalidad de la “tropa” del partido: referentes provinciales, legisladores y cargos ejecutivos. La agenda incluyó:
- Diagnóstico de la fuga de dirigentes hacia La Libertad Avanza.
- Reafirmación del apoyo a las reformas económicas y sociales impulsadas por el gobierno de Milei.
- Ratificación del Proyecto 2027, programa de gobierno propio del PRO que busca definir una agenda de centro‑derecha a medio plazo.
- Estrategias para mantener la unidad interna y evitar nuevas deserciones.
Repercusiones y declaraciones
Macri subrayó que el PRO seguirá colaborando con el Ejecutivo en reformas como la reducción del gasto público, la liberalización del mercado laboral y la reordenación tributaria, pero “no perderá su independencia parlamentaria”. Declaró que la reunión había sido “un llamado a la disciplina interna y a la convicción de que, desde el PRO, podemos aportar al proyecto de país que todos compartimos”.
Los líderes presentes mostraron su respaldo, aunque algunos expresaron reservas sobre la velocidad de las reformas mileístas. La prensa política describió la reunión como un intento de “amortiguar la corriente libertaria” y de “reafirmar la alianza estratégica entre el PRO y la presidencia”.
Con esta movilización, el PRO busca frenar la tendencia de deserción y fortalecer su posición como pieza clave dentro del bloque de centro‑derecha, manteniendo a la vez una relación pragmática con el gobierno de Milei.