UNICEF Argentina informó que la proporción de hogares vulnerables disminuyó del 48 % al 31 % en tan solo un año, reflejando una caída del 21 % en la pobreza infantil. Sin embargo, el informe advierte un aumento del endeudamiento y que uno de cada tres hogares con niños limita la alimentación y no cubre sus gastos corrientes.
Datos clave del informe
Según el último estudio publicado por UNICEF Argentina, la tasa de hogares en situación de vulnerabilidad pasó del 48 % en 2024 al 31 % en 2025, lo que representa una reducción del 21 % en la pobreza infantil en ese período.
Contexto y definiciones
UNICEF define pobreza infantil como la proporción de niños y adolescentes que viven por debajo del umbral de ingresos que impide cubrir necesidades básicas como alimentación, salud y educación. La medida se basa en encuestas nacionales de hogares y se actualiza anualmente.
Factores que acompañan la disminución
El descenso se atribuye a políticas públicas de ampliación de transferencias sociales, programas de alimentación escolar y mejoras en la cobertura de salud preventiva. Además, la inflación, que aunque sigue alta, mostró una leve desaceleración que ayudó a estabilizar el poder de compra de los sectores más vulnerables.
Retos persistentes
A pesar del avance, el informe señala que 1 de cada 3 hogares con niños y adolescentes recurre a restringir comidas y no logra cubrir sus gastos corrientes, según un reportaje de Ámbito. Además, se observó un crecimiento del endeudamiento entre los hogares vulnerables, lo que puede comprometer la sostenibilidad de la recuperación.
Repercusiones económicas y sociales
La reducción de la pobreza infantil tiene impactos positivos en la educación y la salud a largo plazo, pero el aumento de la deuda familiar plantea riesgos de exclusión financiera. Expertos recomiendan reforzar los programas de microcrédito y asistencia directa para evitar que la población vulnerable caiga nuevamente en situaciones de precariedad.
¿Qué sigue para la política social?
El gobierno nacional ha anunciado la revisión de los montos de los bonos sociales y la expansión de la cobertura de la Asignación Universal por Hijo (AUH). La comunidad internacional, a través de organismos como la ONU, seguirá monitoreando los indicadores para orientar futuras intervenciones.