Los principales economistas del país alertan al ex ministro Luis Caputo sobre la fragilidad de las reservas internacionales mientras el gobierno mantiene al dólar como referencia para controlar la inflación y rechaza la idea de una libre flotación cambiaria.
Contexto de la política cambiaria en Argentina
Desde 2023, el gobierno argentino ha mantenido al dólar como ancla de la política monetaria para intentar contener la inflación, que sigue por encima del 140% anual. La ancla cambiaria consiste en fijar el tipo de cambio oficial mediante intervenciones del Banco Central, comprando o vendiendo dólares para estabilizar el precio interno.
Advertencia de los economistas
Un conjunto de economistas de referencia, entre ellos el presidente del Banco Central y analistas de la Universidad de Buenos Aires, emitieron una advertencia a Luis Caputo, ex ministro de Economía, señalando que las reservas internacionales están bajo presión y que la política actual podría resultar insostenible si no se refuerzan los niveles de dólares disponibles. Según sus cálculos, el país necesita cubrir al menos el 15% del PIB en reservas para garantizar la estabilidad cambiaria; actualmente el indicador ronda el 9%.
Postura de Luis Caputo
Caputo, en una rueda de prensa el 12 de noviembre de 2025, reiteró que el gobierno no tiene planes de “dejar flotar libremente” el peso. Presentó cinco razones para mantener el dólar como referencia:
- La volatilidad política de Argentina impide una cotización libre sin riesgos excesivos.
- El ancla cambiaria favorece la confianza de los inversores.
- Permite una mejor previsión de la inflación.
- Facilita la acumulación de reservas mediante ingresos de exportaciones.
- Evita la fuga de capitales que se produciría con una devaluación abrupta.
Asimismo, Caputo aseguró que el Estado «va a acumular más reservas de lo que cualquiera puede estar pensando», citando la posibilidad de utilizar superávits fiscales y ventas de activos estratégicos para reforzar el pico cambiario.
Perspectivas para 2026
Según un informe de Infobae, el gobierno planea utilizar el tipo de cambio anclado como herramienta principal para acelerar la desinflación en 2026, con el objetivo de reducir la inflación a cerca del 100% para finales de ese año. Sin embargo, la comunidad económica mantiene la cautela, advirtiendo que la falta de reservas suficientes podría obligar a una revisión de la política cambiaria antes de lo previsto.
En conclusión, mientras Caputo defiende la estrategia del dólar ancla, los economistas llaman a una mayor prudencia y a medidas concretas para reforzar las reservas internacionales, esenciales para evitar crisis cambiarias y proteger la estabilidad macroeconómica del país.