La NASA lanzó en noviembre de 2025 las sondas gemelas ESCAPADE a Marte a bordo del nuevo cohete New Glenn de Blue Origin, marcando la primera recuperación exitosa de su primera etapa y ampliando el conocimiento del entorno plasmático del planeta rojo.
Escapade, la nueva frontera marciana
El 15 de noviembre de 2025 la NASA conectó dos pequeñas naves llamadas ESCAPADE (Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers) a la misión inaugural del nuevo cohete New Glenn de Blue Origin, la empresa fundada por Jeff Bezos. El lanzamiento tuvo lugar desde la Estación de la Costa Oeste (Vandenberg) y culminó con la separación exitosa de los dos satélites que ahora se dirigen a una órbita elíptica alrededor de Marte.
¿Qué estudiarán las naves?
ESCAPADE lleva a bordo instrumentos diseñados para medir el magnetosfera marciana, la interacción del viento solar con la atmósfera del planeta y la dinámica de partículas cargadas y polvo. Los datos ayudarán a comprender mejor la pérdida atmosférica de Marte y a preparar futuros aterrizajes humanos, proporcionando información clave para la protección de astronautas contra la radiación.
El megacohete New Glenn
New Glenn es el vehículo de lanzamiento pesado de Blue Origin, capaz de colocar hasta 45 toneladas en órbita baja terrestre. Esta misión marcó la primera recuperación exitosa de su primera etapa, que aterrizó en el océano Atlántico y fue capturada por una barcaza de recuperación, demostrando la viabilidad del paradigma reutilizable que compite directamente con SpaceX.
Impacto económico y tecnológico
El éxito del lanzamiento refuerza la posición de Estados Unidos en la carrera espacial comercial y abre nuevas oportunidades para contratos de exploración profunda con agencias gubernamentales y privadas. Además, la reutilización del cohete reduce los costos de acceso al espacio, estimándose una disminución del 30 % en comparación con lanzadores desechables.
¿Qué sigue?
Una vez en Marte, ESCAPADE comenzará a transmitir datos en tiempo real a la red Deep Space Network de la NASA. Los científicos de los centros de investigación de JPL, Goddard y el Instituto de Estudios Espaciales de Argentina estarán entre los primeros en analizar la información, lo que promete impulsar la colaboración internacional en la exploración del planeta rojo.